"SERE TUS OJOS ALLI DONDE NO PUEDES VER"



12/10/2010

Ayélalá

Ayélalá, quien se ha convertido en una diosa popular, temida y respetada hoy dia, por la mayor parte del pueblo de Okitipupa, en la parte occidental de Nigeria y mas allá, fue originalmente una esclava, probablemente traída de Ekití o Kisoso, según la tradición, un poblado de Okitipupa. Ella fue devota de varias divinidades. Dice la tradición, que tenía 16 dioses, el mas grande de ellos, Òrìşànlá. Como símbolo de su culto a Òrìşànlá, ella llevaba sobre su cabeza, un moño de pelo.

Ayélalá, no era su verdadero nombre. El pueblo de Ilayé y de Iyó, quienes aforaban a Ayélalá, mantienen estricto secreto, como un ritual, el nombre de la mujer, su madre y su ciudad natal. El nombre de Ayélalá, como veremos abajo, se le dio a ella en consecuencia de su grito de desamparo, cuando como víctima del sacrificio, estuvo a punto de la muerte.
Entre el pueblo de Ilayé, solían mantenerse con patrones de alta moral, el adulterio era considerado un delito horrible, especialmente si un plebeyo, tenía una relación ilícita con la esposa de un noble. Tal ofensa era castigada con la muerte.
Sucedió que un Kekó, (plebeyo), cohabitaba con la esposa del Temétanán principal, cuando esto se conoció, y el plebeyo supo que su vida estaba en peligro, corrió hasta igbobiní, un poblado perteneciente al pueblo de Iyó Apoí en Okitipupá para buscar refugio. El pueblo de Iyo Apoí, le dio asilo, y le hizo resistencia al ataque del pueblo de Ilayé, quienes querían llevar al plebeyo, a Mahín, su cuartel general, para hacer justicia. Así los Ilayés, y los Iyós, tuvieron ataques y contraataques entre ellos.
Los hombres de bien, deseaban buscar una reconciliación, de ambos lados: Idogbé, representaba a Ilayé, y Abelekí, representaba a Iyó, hicieron un esfuerzo desesperado por detener las luchas. Ilayé, puso una irrevocable condición, la cual era que si no mataban al plebeyo, debían encontrar un sustituto, porque la sangre debía correr como consecuencia de la ofensa cometida. Iyo estuvo de acuerdo con esto, y comenzó a buscarse la víctima humana. Al fín la mujer llamada Ayélalá fue encontrada y llevada a una cita acordada, conocida ahora como Oritá – Ayélalá, (Unión Ayélalá), donde fue para ser sacrificada.
Antes de que se ofreciera el sacrificio, las dos partes estuvieron de acuerdo, en iguales condiciones de conveniencia, ambas partes se reconciliaron, y entraron en ritos ceremoniales. Tenían que ser fieles el uno al otro, no podían planear el mal entre ellos, el robo, la brujería y la hechizaría, no podían ser practicadas. Ningún Ilayé, o Iyó, que tuviera una falta, debía visitar a Ayélalá, para vindicar su culpa.
Los términos del acuerdo se le hablaron en voz alta a la víctima, y se le preguntó si ella castigaría a alguien que no hiciera caso del acuerdo. Ella respondió afirmativamente.
Era práctica entre los yorubás, que una víctima humana sacrificada, debía rezar, haciendo énfasis, en la causa por la cual él o ella, eran sacrificados, y dada como ofrenda, podría traer la prosperidad. De acuerdo con esto, se le pidió a la mujer que rezara. Pero todo lo que ella articuló antes de ser sacrificada fue: “Ayélalá” , lo cual en el dialecto Ilayé, quere decir: “El Mundo es grande o incomprensible” Este fue el grito de desamparo, que mostraba, que ella estaba siendo puesta a la muerte, por la ofensa que otro había cometido. Desde entonces se conoce, como la mujer que fue sacrificada y se dio a conocer como Ayélalá. Y este es el nombre con el cual, la Diosa se profesa hoy en día.
El proceso por el cual ella se volvió divina, no esta totalmente conocido. Pero con toda probabilidad, su divinidad está relacionada, con lo que se creyó ser un cumplimiento de un convenio, que ella concedió antes de su muerte, que mataría a cualquiera que incumpliera cualquiera de los términos del acuerdo.
La tradición plantea, que muy pronto después del acuerdo, un Iyó hombre que violó uno de los términos del acuerdo, murió de repente, y se le atribuyó a Ayélalá su muerte, debido a la ruptura del acuerdo. Este acontecimiento, y otros similares a este, iniciaron la creencia en el poder de Ayélalá, lo cual eventualmente, devino en su divinación.
Los hechos que se atribuyeron a juicios inmediatos de Ayélalá, en cualquiera de las violaciones del acuerdo, inculcaron el miedo de las mentes de las personas, y como consecuencia, un justo juego de la justicia, se convirtió en el orden del día. Incluso, sosas sin importancia, de la vida cotidiana, como el comportamiento de los alimentos y las bebidas, existía la creencia de que Ayélalá, se mantenía vigilante. Aún se vé en la práctica cuando dos personas, (un Ilayé y un Iyó), están comiendo o compartiendo cualquier cosa, para cada uno del grupo, decir: “la mía es mas grande que la tuya” (Temí ma yu teré o) y su compañero responder tranquilamente: “La Diosa no te matará” (Uma’le o pa) . En otras palabras, no tengo rencor contigo, por lo tanto no hay nada para que la diosa te castigue. Se cree firmemente, que el engaño, en cualquier manera, sería castigado de buena gana.
No pasó mucho tiempo, antes de que un lugar sagrado fuera construido para ella, en Oritá Ayélalá, y su adoración establecida con firmeza. Como un hecho esencial a destacar aquí, es que un ser humano se ha convertido en Diosa. Justamente como Şàngó, del cual hoy en día raramente se piensa, que fue un ser humano, así sucede con Ayélalá, ahora se piensa en ella casi siempre, como una guardiana de la moralidad, y una diosa anti – malvada. Cualquier ruptura de acuerdo, incurre en su disgusto. Brujas, ladrones, perjuros, y otros que hacen el mal, se cree que están bajo el disgusto constante de la diosa, y serán castigados convenientemente.
Esta prohibido guardar luto por la muerte de una víctima de Ayélalá. Esto es porque se cree que ella, es la diosa que se opone a la maldad, y que ha actuado con justicia; ella, (al igual que Şàngó), representa la justicia de Olódùmarè: mas bien el llanto, las personas felicitan a los parientes de la víctima, por la erradicación del mal (hecho por esa persona) por la diosa, la reina de la justicia y la ajustadora de cuentas, cuyos ojos, ven a todos los que hacen el mal.
Se piensa que Ayélalá, tiene aliados entre otras divinidades, con el propósito de la ejecución de los juicios. Tales divinidades, incluyen a Soponnó, (Dios de la varicela), Eminalé, u Oró (Dios de la parálisis), Şàngó y Èşù, para mencionar algunos de ellos. Existió un hombre que practicaba la hechicería sobre su hija, como resultado de esto, ella estuvo a punto de la muerte. Cuando Ayélalá, vio la maldad, decidió matar al hombre. El hechicero inteligente se convirtió en una hormiga, y se introdujo en un barril que contenía aceite de palma, sintiéndose completamente seguro, puesto que el conocía que Ayélalá, no tocaría el aceite de palma. Pero Ayélalá, lo engaño con astucia, pidiéndole a Oba Oluwáiyé, también llamado Soponnó, (dios de la varicela) a quién le encanta el aceite de palma, que bebiera todo el barril hasta dejarlo seco. Esto fue hecho, y a la hormiga la cogieron y la mataron. De esta forma, el hechicero malvado, fue ejecutado por Ayélalá, con la cooperación de Soponnó.
De esta forma se cree que Ayélalá, ayuda a mantener la comunidad limpia y sana. Y esto lo hace, para señalar a través de las aflicciones, o la muerte a la gente malvada en la comunidad, y de esta forma ella mantiene, en jaque a aquellos que son propensos a la práctica del mal. En donde quiera que la creencia de Ayélalá esta fuertemente arraigada, las personas le temen al vicio, como al robo, la mentira, el engaño, envenenamiento, el uso de encantamientos, o de la brujería. Como consecuencia de esto, y en los días que han pasado antes de la introducción de la civilización Occidental, las personas de Okitipupa en general, y las de Ilayé e Iyó en especial, son tenidas con una gran estima, por su integridad y honradez.
El principal lugar sagrado de Ayélalá, está situado en Oritá Ayélalá, el verdadero lugar donde la víctima, posteriormente llamada Ayélalá, fue sacrificada en el siglo XlX, antes de la abolición del sacrificio humano. Esta es una isla muy pequeña, la cual esta a solo unas pocas pulgadas sobre el nivel del mar, y sobre la cual el agua marcha desde Mahin. Igbokodá, y Abotó, convergen. Aquí se erigió un pequeño cobertizo, primeramente con techo de guano, pero ahora con chapas acanaladas de hierro, las que protegen al altar de la lluvia y el sol.
Sobre el altar se hayan 5 Cawries, (caracoles eyowo), una pluma roja de loro, una pieza de yeso natural, (gboró efun), algunos cocos o nueces, y algunos pedazos de medio kobo (eepinní) todo puesto en un plato blanco. Hay también ginebra en una botella, y un gongo o campana. (agogo). Estos objetos están con una cortina con un pedazo de tela blanca.
Las ofrendas ordinarias incluyen: Semillas de nueces, cocos, ginebra o vino seco, Oti, yeso natural o cascarilla (efun); otros incluyen en pollos, chivos, cerdos. Cantidades definidas de dinero, que se requieren siempre para ofrendas, esto es a lo que se llama tradicionalmente, egberún Ilayé y egberún Iyó.
Los pájaros y animales vivos los cuales se le ofrendan a Ayélalá, merodean por toda la isla sagrada y nadie intentará, robarse algunos de ellos. Ellos pertenecen a Ayélalá, y solo ella los regala a quien ella desea. Por ejemplo, si uno de los pájaros sagrados se posa y permanece sobre la canoa de un visitante, esto puede ser tomado como señal que Ayélalá, quiere que el visitante tenga el pájaro como un regalo de ella.
Además del principal lugar sagrado descrito anteriormente, los lugares sagrados de Ayélalá, se encuentran en muchos lugares, las personas que buscan la protección de Ayélalá, tienen lugares sagrados siempre en su casas. Pero existen también lugares sagrados públicos, construidos al aire libre, posiblemente dando a un rio. A todo lo largo de estos lugares sagrados, existe una vara larga, que sostiene una pieza de tela blanca, como símbolo de la pureza, representando la pureza que la vida requiere, por Ayélalá en la comunidad.

Şàngó



En una popular leyenda entre los yorubás, se afirma que Şàngó, fue un ser humano, y que reinó como cuarto Alaafín de Oyó. Existen muchas leyendas asociadas con él, y cada una de ellas, trata de explicar como Şàngó vino a ser deificado, y asociado con la divinidad solar.
Una versión dice que Şàngó descubrió un hechizo, por medio del cual él podía hacer bajar el rayo del cielo. Un día se fue hacia una colina en las afueras de la ciudad, para probar su nuevo descubrimiento. El hechizo funcionó maravillosamente, el rayo descendió sobre la propia casa de Şàngó y la destruyó, junto con sus esposas e hijos. Şàngó estaba tan horrorizado por esta calamidad, que se fue y se ahorcó.
Otra versión plantea que las esposas de Şàngó: (Oyá, Oşun y Obbá), eran muy peleonas y no le ponían fin a las disputas. Aun peor, había quejas de sus súbditos por su tiranía; cansado del desasosiego por los asuntos familiares y del estado, Şàngó montó su caballo con cólera, y cabalgó hacia el bosque. Su pueblo lo buscó en vano, mientras lo llamaban incitándolo a que regresara, lo oyeron diciendo desde lo lejos, “Yo no regresaré hacia ustedes, ahora los gobernaré sin ser visto”
La leyenda añade que Şàngó, subió al cielo por una cadena, y ha estado, desde entonces, demostrando regiamente su gobierno, a través del rayo y el trueno.
Pero la más popular de las leyendas, (y la cual detestan los devotos de Şàngó), es que Şàngó fue un gobernante tiránico y poderoso, que practicaba varias artes mágicas. Cuando se dirigía a sus súbditos, por ejemplo, el fuego y el humo solían brotar por su boca y sus fosas nasales, y esto inspiraba mucho temor.
La leyenda agrega, que él tenía dos cortesanos: Timí y Gbonkaa Ebirí, quienes se convirtieron en demasiado poderosos como para poder controlarlos; así Şàngó, planeó astutamente librarse de ellos poniéndolos a fajar entre sí, esperando que ambos murieran en el encuentro. Mientras Timi, moría, Gbonkaa continuaba vivo y sería irritante para el rey, por lo tanto el ordenó que Gbonkaa fuera arrojado al fuego; pero para desconcierto del rey, Gbonkaa salió del fuego sano y salvo, como resultado, Şàngó renunció, y huyó de su reino. En el camino hacia el lugar de su exilio voluntario, descubrió incluso que el miembro, o los miembros mas íntimos de su familia, habían desertado. Por lo tanto, decidió suicidarse, colgándose de un árbol. Las noticias rápidamente corrieron.
Los oponentes al rey, disfrutaron al oír las noticias, comenzaron a ridiculizar y vituperar a los seguidores del rey. Para salvar el pellejo, los seguidores se fueron al clan de Nupe, (el hogar materno de Şàngó) y lograron hacer unos preparativos mediante los cuales el rayo podía ser atraído. Esto quiere decir que entonces ellos se prestaron para atraer el desastre del rayo, sobre muchas personas en Oyó y sus alrededores. Las casas y los conjuntos de casas, fueron muchas veces halladas incendiadas. El pueblo consultó al oráculo, y descubrió que la calamidad había sido traída por Şàngó que estaba enojado porque se había declarado, que él se había ahorcado. La única forma de evitar el rayo, fue declarar abiertamente que el rey no se había ahorcado, y brindar un sacrificio apropiado de aves, carneros, ovejas, aceite de palma, y nueces amargas (Orógbó). El pueblo vino hasta el lugar donde se declaró que Şàngó se había ahorcado, y afirmaron: “Oba kó so” (El rey no se colgó) Esto desde entonces se ha convertido en un santuario, muy popular de Şàngó en las afueras del actual Oyó. Y allí los reyes de Oyó, quienes declaran a Şàngó como su antecesor, son tradicionalmente coronados así. Şàngó fue un ser humano, que fue deificado y adorado.
La cosa más interesante, es que los devotos no recuerdan a Şàngó por su tiranía o por las mágicas actuaciones, mas bien lo recuerdan y lo veneran, como un defensor de la justicia y de las cosas justas. Ellos creen fuertemente que el odia y prohibe el robo, la mentira, la hechicería, y la brujería. Pero nosotros conocemos que Şàngó no tenía tales normas de moral en su tiempo de vida. Lo cierto del asunto, es que existió una divinidad solar, entre los yorubás, llamada Jakutá (uno que lanzaba o peleaba con piedras), quien era un guardián de la moralidad social y quien odiaba la inmoralidad en cualquier manifestación o forma; ciertamente, era demasiado bueno, para contemplar la maldad. Cada vez que las personas hacían algo malo, o hacían cosas contrarias a su deseo, (El deseo de Olódùmarè), Jakutá lazaría piedras de fuego. Lo que estamos sugiriendo, es que el rayo y los truenos, ya existían antes que Şàngó naciera, y que existió una divinidad asociada a este fenómeno, Jakutá. Pero lo que sucedió fue que los seguidores de Şàngó, quienes se convirtieron en sus primeros devotos, vinieron a ver en él atributos similares a aquellos de la divinidad solar tradicional, Jakutá. Así, un tipo de Eufemismo tuvo lugar. Şàngó, el hombre, vino a asumir los atributos de Jakutá, el divino original, quien fue una manifestación de la rabia de Olódùmarè.
Hoy día entre los yorubás, los adoradores de Şàngó lo adoran el día sagrado de Jakutá. Y si uno le pregunta a alguno de estos devotos, el porque ellos adoran a Şàngó, el día de Jakutá, uno verá que ellos no son capaces de ofrecer una respuesta satisfactoria; mas bien ellos descartan la respuesta al decir que Şàngó es la misma divinidad de Jakutá.
El trueno y el rayo, usualmente son aclamados, “Kabiyesí” (salve su majestad) mientras que los jefes superiores son aclamados entre los yorubás. Esto es porque las personas creen que mientras truena, el primer Alaafín de Oyó, quien ahora es venerado, ha venido a visitarlos.
La creencia de los yorubás, es que este mundo y todos sus habitantes, pertenecen al ser supremo Olódùmarè, quien espera un buen comportamiento y una alta moral como modelo de sus criaturas. Si los hombres hacen algo malo, existe un medio por el cual Olódùmarè castigará a los que hacen el mal. Esto es el Karma, la ley de causa y efecto, y una de las formas por la cual, la ira de Olódùmarè se manifiesta, es Jakutá, quien lanza piedras sobre los que hacen el mal, esto inspira miedo dentro de los hombres y mujeres, quienes son malvados e inmorales. Por eso es que la gente dice: “Onimú ‘nsimú, eké risá” (El dueño de la nariz, levanta la nariz, pero el mentiroso huye). Algunas veces, cuando existe un estrépito de truenos, o una luz de rayos, las personas se paran muy cerca unas de otras, para solicitar en una manera jocosa, (pero volvimos atrás, con alguna creencia) E jeki a duró lotooto (Parémonos aparte y lejos). La idea es que cuando las personas se paran juntas, y la ira desciende, puede no-solo caer sobre el malo, sino sobre el inocente que está cerca, el cual puede ser también, adversamente afectado.
Sin embargo, se cree firmemente, que solo los malvados son golpeados por el rayo. Y en consecuencia de esto, cada vez que el rayo golpea a una persona inmóvil, o desciende sobre una casa, se cree generalmente que esa persona, ha cometido alguna situación, o acto de atrocidad, y que los miembros de la casa, también golpeados son malos; nadie por lo tanto simpatiza con los parientes del muerto, o le da al fallecido un entierro propio. Solo los Magbá, los sacerdotes de Şàngó, arreglan el transporte de tales cuerpos, hacia una manigua mala, donde son ritualmente colocados.
Las pertenencias del fallecido, si no han sido destruidas por el rayo, vuelven a los sacerdotes, (si Şàngó lo autoriza), o son llevadas a la manigua junto con el cadáver. Una casa golpeada por el rayo, no puede ser usada, hasta que no se haya realizado la ofrenda del sacrificio. Esto es porque Şàngó, ha tomado posesión de esta y sería peligroso disputársela a él. Por esto el yorùbá dice: Bo o Ba wo silé onile a lowo lagbede (Si desciende sobre una casa, el propietario tiene que vivir en la herrería). Podemos recordar aquí la creencia del Rey del Sudán que sostiene un punto contrario: Entre ellos una víctima de un rayo, no se considera haber muerto por ser un pecador, sino se cree, que ha sido llamado por Dios, quien necesita su alma.
Los lugares sagrados de Şàngó, abundan en los pueblos y ciudades yorubás. En tales lugares sagrados, se pueden encontrar imágenes de un hombre representando a Şàngó, rodeado por tres imágenes mas pequeñas, quizás representando a Oya, Oşun y Obba, sus tres esposas, o la imagen de un hombre con un carnero, es decir con la cabeza de un carnero y sus cuernos, sosteniendo el mango de un hacha de doble cabeza (Osee Şàngó), existen también maracas de güiro, (Seereé Şàngó), un pilón invertido, una cacerola grande de agua, que contiene algunas celtas, y en algunos casos una bandeja o pozuelo, sosteniendo celtas y piedras pulidas, que se cree que han sido lanzadas por Şàngó. Tales símbolos, como se puede ver en el lugar sagrado, están resguardados por medio de una cortina de color marrón, o púrpura, el cual es colore especial de Şàngó.
La kola amarga, (orogbo) se le ofrece diariamente a Şàngó, pero ofrendas mas elaboradas, son hechas el día sagrado de Şàngó Ojoo Jakutá. Existe también la ofrenda de mucho aceite de palma (epo) para calmar su cólera. Y en ocasiones de festivales, un carnero, su animal favorito, también se le ofrecen gallos. Lucas está probablemente equivocado cuando afirma, que un carnero no debe ser nunca ofrecido o comido por los seguidores de Şàngó. Es una creencia común entre los yorubás, que Şàngó come agbó (carnero) mientras Ògún come Ajá (perro).
El orogbo (kola amarga) se usa como un medio de adivinación, por los sacerdotes de Şàngó. Tal kola amarga, se corta en dos mitades longitudinalmente, y se arroja al suelo, posterior a que haya sido pronunciada la invocación adecuada. El sacerdote entonces, lee el mensaje, e interpreta el oráculo; el otro medio de adivinación utilizado, es el Ęrindílogún (adivinación por medio de caracoles). Estos son dos medios permisibles, para la adivinación, tan lejos como Şàngó esté interesado.
Vale la pena apuntar, que en relación, con la adoración a Şàngó, está el Elegún, (El que monta a Şàngó). Esta es la persona invadida por el espíritu de Şàngó. Se cree por los yorubás, que al encarnarlo, se ha establecido una comunicación divina con él y la persona se convierte en su portavoz. La persona, al ser poseída, comienza a experimentar un sentimiento de vacío como si fuera a desmayarse. Durante ese período, el se convierte en instrumento o arteria de la divinidad. Las personas dicen que el espíritu monta a la persona, como se monta un caballo. Esta es una característica común del adorador de las divinidades. En el caso del Elegún de Şàngó, la persona poseída, pierde la conciencia, y hace cosas las cuales no sería capaz de hacer bajo circunstancias normales, sentarse sobre la punta de una lanza, pasarse un cuchillo bien afilado por la lengua, cargar una cesta con carbones ardientes sobre la cabeza, comer fuego, y acciones similares sin daño alguno.
Tal Elegún, viste un saco de algodón, el que es teñido de rojo, y se le adosan muchos hechizos, y caracoles y símbolos de Şàngó en miniatura. Baila al toque de un tambor especial llamado Bàátá. En el medio del toque canta y baila, y se da golpes en el pecho (por eso los hijos de Şàngó, deben cuidarse muy bien de dolencias en el pecho) y a la vez, oye el mensaje de Şàngó, y este lo relata a sus devotos. En muchos lugares, Elegún es hombre, y usualmente doblan el pelo como las mujeres, pero en otros lugares, son mujeres, como en Egbá.
Antes de abandonar nuestro examen de Şàngó, queremos señalar que existe, la copia o imagen de esta divinidad en Ilé Ifé, donde se conoce como Oranlé. Sus sacerdotes hacen ofrendas a él cuando un rayo cae, y esto significa, que los dos, Oranlé y Jakutá, (deificados como Şàngó) son uno, son la misma divinidad, y realizan las mismas funciones: Atraer la rabia de Olódùmarè sobre las personas malas de la comunidad.
OTRAS CONSIDERACIONES SOBRE ŞÀNGÓ
Su nombre significa (Quien retumba) como alegoría al rayo, su representación. En la tierra de Nupé bajo Şàngó, con Èşù, y lo recibió Ayelálá, se coloca en la palma, (Opé Şàngó) y la tiñosa avisa de su llegada (Şàngó está en el pirigai de la palma). Nace en Ókánrán méjí.
Èşù Ókánrán mèéjé fue el que acompaño a Şàngó y se representa por un muñeco de madera, con los genitales expuestos, que vive y come con Şàngó (aunque no come animales de cuatro patas, solo gallo). Dentro del ejercito terrenal de Şàngó, se encuentran: Oşé Şàngó, Òkún Şàngó, Ogeé, Oké, Timí y Gbonkoa Ebiní.
Para ponerle cualquier sacrificio a Şàngó, hay que ponerle siempre a Eégún, por eso en el cielo se llamó Òrìşà gungun.
Como antes se explicó, Şàngó tuvo tres esposas, Oyá, Oşún y Obbá. Estas tres divinidades fueron vivencias que tuvo Şàngó, es por eso, que en adivinación, cuando un Omo Şàngó, lo viene defendiendo cualquiera de estas divinidades, hay que buscar el camino donde Şàngó, vivió con esa deidad, y de esa forma descodificar el mensaje profético.
La verdadera esposa de Şàngó, fue Bàátá. En una leyenda africana se dice que los hijos de Şàngó, mueven los píes, es decir que son buenos bailadores. Bàátá, hija de Osanyin, la única por la que Şàngó, bailaba.
Onìmú nsimo èké nişa El dueño de la nariz la levanta, el mentiroso se la rasca.
Mogba: Se le llama al Omó Şàngó, que lanza los caracoles.

Òşờớsí



Ò.......... Quien


şờớ ...... Vijila el Monte

Sí. ......... caza



Se dice que Òşờớsí, no existe entre los Irúnmolé, la función que hace Odé en la tierra, es cazar, por lo tanto, quien vigila es Òşờớsí, y quien caza es Odé. Terrenalmente si existe como Òrìşà, si existe en los igbamolé, tiene un amigo inseparable que es àgờsớrọ Èşù, quien nace en Ogbe tua ni alára, y es el vigilante que vive en la basura con los ajogunes malévolos. Àgờsớrọ, es el niño que descubre a la madre, cuando esta engañaba a su esposo.
Segundo en la comandancia de Ògún. Generoso, gregario (brinda su generosidad a cambio de nada), agradable, oriundo de Dahomey, se hizo rey en Egbado, gracias a su madre Yemòójá, su padre Odé, y su hermano Inle. Como divinidad terrenal se le conoce:

Cazador Odé
Monte con Ògún Otín (Se viste de azul, come lo que caza con su arco)
Cuando se casa con Oşún Òşờớsí ibúalàmó
Òşờớsí Ibúalàmó, vive seis meses con Oşún, y seis meses con Odé. Un muñeco de madera, que tiene un arco y una flecha en la derecha, y un abanico en la izquierda (abebé Oşún.
Símbolos de Òşờớsí


Arco e hijas de bambú
Ojúbo (Trono): Se debe colocar en el monte, fuera de la caza

Ode vivía junto con ozain y siempre lo acompañaban sus dos perros que le llamaban eyi soro e iyabe además eyde odola, que era como se llamaba las yaguasas, que era la que sabia todas las maldades que en el monte hacia ode y ozain. Un día ode y ozain se quedaron sin flechas para cazar y como el que las tenia era Olófin ellos fueron a verlo para pedírselas y por el camino iban cantando: "Olofa ota ofa koba ile akofa kolokodee."
Olófin le regalo una buena cantidad de flechas que el mismo había hecho con jigui tiki, ellos regresaron muy contentos para su tierra. Tan pronto llegaron salieron rápidamente en unión de los dos perros y la yaguasa para el monte a cazar e hicieron una gran matanza de animales, cuando Olófin se entero de lo sucedido en el monte, les mando un mensajero que era Elegbara, para advertirle que les prohibía que mataran a agbani (venado).
Elegbàrá les comunico a ode el mensaje de Olófin y este al oírlo se puso muy triste, pues el deseaba cazar a todo tipo de animales y con la intención de burlar la prohibición de Olófin se dirigió hasta la casa de Ờrúnmìlà quien le hizo osode, le vio este Ifá y le dijo: usted tiene que respetar las ordenes de Olófin, pues de lo contrario se perjudicara grandemente. Ode contrariado regreso al monte a cazar y a los pocos días de estar allí vio pasar cerca del un agbani funfun keke con sus astas a medio hacer y eyi soro que lo vio le canto: "agbani baba moro more kode ota mode."
Ode al oír el canto de unos de sus perros, se olvido de la prohibición dictada por Olófin y del consejo que Ờrúnmìlà le había dado y le apunto con su arco y le disparo la flecha que le clavo en el medio de la frente cayendo muerto. Eyi soro e iyabe los dos perros de ode, salieron desesperados en busca de agbani para recogerlo con sus poderosos dientes y al llegar junto al agbani lo vieron con los ojos abiertos y salieron corriendo presos de terrible miedo.
Cuando ode llego agbani se transformo en Olófin y le dijo: por desobediente, siempre tendrás la ira de la madre de agbani pues cada vez que mates un agbani mataras a tu propia madre, porque tu madre iyanla, vive en la frente de agbani. To iban eshu.
Color de Òşờớsí: Ambar, azul Marino, miel y coral
Nota: Cuando se le hace Ifá a un hijo de Òşờớsí, no se raspa completamente, y siempre va acompañado de su hermano Inle.

11/23/2010

EL IDIOMA DE IFÁ.

Para entender la tradición oral de Ifá es necesario tener alguna comprensión del idioma de Ifá. Los rituales, invocaciones, encantaciones y recitaciones de la religión tradicional Yorùbá no se expresan a través de la conversación. El idioma Yorùbá de Ifá es litúrgico (ofo ase), un idioma usado entre los adivinos para expresar las ideas trascendentales de Ifá.

Muchas de las palabras usadas en Ifá tienen una resonancia tonal que accede al poder del Espíritu. La física enseña la idea que todo el poder en el universo es parte del signo de una ola de un espectro lleno de luz. Cada segmento del signo de esa ola se manifiesta con su color y diapasón.
La calidad tonal de las palabras litúrgicas usadas por los adivinos en tierra Yorùbá posee una resonancia armónica con el ser tonal de una gama amplia de las Fuerzas Espirituales (Òrìsà).
La calidad notable de la liturgia Yorùbá es que las palabras usadas también para la invocación lleven el significado que revela el ser interno de la propia Fuerza Espiritual.
Por ejemplo, la palabra Obàtálá es usada para describir la Fuerza en la ciencia de la Naturaleza llamada luz blanca. Ifá enseña que todo en el universo tiene alguna forma de conciencia (Ori).
Diciendo la palabra Obàtálá la conciencia humana se pone en alineación con la conciencia de la luz blanca. Mientras nos decimos algo sobre la calidad de la luz blanca. La palabra Obàtálá arranca de la frase; O (Espíritu) ba (poder de expansión de la energía masculina; Baba) ota (piedra) ala (luz).
 La palabra Obàtálá en el contexto del Odu Ifá (Escritura Yorùbá) media; el Espíritu de la calidad expansiva de la luz que viene de la piedra eterna de la Creación (el punto central del universo).
Olatunde Sproye en su libro "Yorùbá. Más allá de las Lágrimas", declara, hay ciento veintiséis combinaciones de vocales y consonantes usadas como base en el Idioma Yorùbá.
Todas las palabras del idioma Yorùbá son una combinación de estos sonidos fundamentales. Una de las reglas en la construcción del idioma Yorùbá es que la porción de una palabra puede doblarse para formar un cambio en el énfasis, por ejemplo; ba (poder expansivo) baba (padre) babagba para baba baba (abuelo).
Doblando una palabra se refieren a su origen, por ejemplo Dadá (Espíritu de la Vegetación) sería el origen da (creador). Repitiendo la palabra da (creador) sugiere la recreación o el poder de la vegetación que continuamente va moviendo el proceso de nacimiento, crecimiento, muerte y renacimiento.
Si nosotros doblamos cada una de las ciento veintiséis combinaciones usadas como base para el idioma Yorùbá hacemos doscientos cincuenta y dos bloques de la construcción lingüística fundamental. La escritura de Ifá está basada en doscientos cincuenta y seis principios fundamentales. Los primeros cuatro principios representan el ciclo del nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Estos cuatro principios apoyan el resto de la Creasión. El resto de la Creasión viene a entrar en la manifestación de las doscientos cincuenta y dos Fuerzas en la Naturaleza.  
El primero de los diccionarios Yorùbá fue preparado por misioneros cristianos ingleses que no tenían la comprensión ni deseaban aprender los misterios espirituales conservados en el idioma Yorùbá.


*Por: Awo Fa’lokun Fatumbi.                                                                                                      Traducción y corrección Felix Fuentes Caceres

 

11/18/2010

ELENINI YEYE MUWO.

Elenini o Yeye Muwo es la deidad patrona del Infortunio, se nos revelan en varios Oddunes de Ifa como son Oroso Meji e Iwori Bogbe, en ambos se refleja su presencia y existencia además de sus funciones Primarias como cuidar la puerta de la cámara Interna del palacio de Oloddumare, lugar en el cual vamos a realizar nuestras peticiones celestiales antes de partir en viaje hacia la Tierra, como Secundarias (El simbolismo del periodo de gestación que vivimos en el útero materno, durante la cual perdemos todos los recuerdos planificados sobre que hacer en la Tierra con el momento del nacimiento.


Es prudente reconocer que esta deidad se le ha de sacrificar periódicamente, es de las llamadas deidades de la oscuridad que junto a los ancianos de la noche y la Iyamis Oshorongas (las brujas) juegan un papel importante en el balance entre el Ire y el Osogbo para presionar a los seres humanos a realizar los sacrificios que dejaron de hacer en el cielo para corregir la bonanza en el plano terrenal.

Elenini no es deidad tutelar de ningún humano, pero se auxilia para sus funciones de otras deidades que si juegan un papel importante en nuestras vidas, como por ejemplo Eshu Elegua quienes es uno se sus mejores aliados. Y inclusive nuestro propio Orisha Alagbatori. Es importante explicar que antes de partir a la Tierra nos dirigimos al palacio de Oloddumare y nos arrodillamos en la puesta donde nos recibe Elenini y pactamos nuestro viaje y futura travesía terrenal. Después de pactado y arreglado nuestra trayecto terrenal, somos guiados por nuestro Orisha Alagbatori (Ángel de la Guarda) a la Tierra. Y es Elenini la encargada junto con Esu de hacer valer todo lo contrario a nuestros deseos más fervientes, y solo podemos lograr el balance deseado realizando los sacrificios necesarios y pertinentes. Básicamente Elenini no se recibe materialmente mas si poseemos diferentes métodos de sacrificarle para hacer prospero y feliz nuestro paso por la Tierra. Se les pueden sacrificar Gallos, chivos, chivas, jicoteas, peces, granos, viandas, Frutas, Nueces de Kola, aceite de Palma, Vino de Palma, Patos, y Carneros. Es el Oddun que trae cada uno de nosotros en Ita el que no guía y muestra que sacrificios debemos hacer a Elenini para desviar la Desgracia y el Infortunio de nuestras vidas.

El Oddun Iroso Meji narra los sucesos de este Oddun al venir a la Tierra:

(…)LOS SACERODTES DE IFA QUE HICIERON ADIVINACION PARA EL ANTES DE QUE ABANDONARA EL CIELO SE LLAMABAN: ARIRO SOWO GINI MOKO. IRAWO BESE LEYIN ERAN. OJU IMO KIRAWO MATU ERON SE. SE LE ACONSEJO QUE HICIERA SACRIFICIO CON UN GALLO Y UNA TORTUGA A LA DIVINIDAD DEL INFORTUNIO (ELENINI O IDOBO) Y UN MACHO CABRIO A ESU. TAMBIEN SE LE DIJO QUE LE DIERA UNA GUINEA A SU ANGEL GUARDIAN. EL RECHAZO HACER LOS SACRIFICIOS. POSTERIORMENTE VINO AL MUNDO DONDE PRACTICO EL ARTE DE IFA. CUANDO CRECIO ERA TAN POBRE QUE NO PODIA CASARSE Y MUCHO MENOS TENER UN HIJO. LOS TRABAJOS QUE PASABA ERAN TAN SEVEROS QUE POR FRUSTRACION DECIDIO BOTAR SUS SEMILLAS DE IFA. ENTONCES TUVO UN SUEÑO EN EL QUE SE LE APARECIO SU ANGEL GUARDIAN QUE EL ERA EL RESPONSABLE DE SUS PROPIOS PROBLEMAS POR HABER RECHAZADO CAPRICHOSAMENTE HACER EL SACRIFICIO PRESCRITO. AL DESPERTARSE EN LA MAÑANA DECIDIO LLAMAR A SU IFA Y FUE SOLO ENTONCES QUE SE DIO CUENTA DE QUE

HABIA SIDO SU ANGEL GUARDIAN EL QUE SE LE HABIA APARECIDO DURANTE LA NOCHE. RAPIDAMENTE HIZO LOS PREPARATIVOS PARA LLEVAR A CABO EL SACRIFICIO A SU IFA Y LE DIO UN MACHO CABRIO A ESU. SU IFA LE ACONSEJO QUE REGRESARA AL CIELO Y SE PRESENTARA ANTE DIOS DE QUIEN NO HABIA OBTENIDO PERMISO EN PRIMER LUGAR. PARA SU VIAJE AL CIELO SE LE DIJO QUE FUERA CON UN GALLO, UNA TORTUGA, UN PAQUETE DE ÑAMES, UN GÜIRO DE AGUA, UN GÜIRO DE ACEITE, PIMIENTA, QUIMBOMBO Y TABACO EN POLVO. EL OBTUVO TODAS ESAS COSAS Y LAS EMPAQUETO EN SU BOLSO DE ADIVINACION (AKPOMINIJEKUN O ABBAVBOKO). DESPUES QUE VIAJO MUCHO LLEGO A LA FRONTERA ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA Y TUVO QUE CRUZAR SIETE COLINAS ANTES DE PODER LLEGAR A SU DESTINO. A SU ARRIBO, FUE DIRECTAMENTE AL PALACIO DIVINO DONDE SE ENCONTRO CON EL CUIDADOR DE LA HABITACION DIVINA- LA DIVINIDAD DEL INFORTUNIO ELENINI O YEYE MUWO, LA MADRE DE LOS OBSTACULOS. SE ARRODILLO EN LA HABITACION DIVINA Y PROCLAMO QUE HABIA VENIDO CON TODA HUMILDAD A RENOVAR SUS DESEOS TERRENALES. YEYE MUWO DIJO QUE ERA DEMASIADO TEMPRANO EN LA MAÑANA PARA PEDIR DESEOS PUES NO HABIA COMIDA EN LA CASA. DE SU BOLSO DE ADIVINACION EL INMEDIATAMENTE EXTRAJO LEÑA, ACEITE, AGUA, PIMIENTA, SAL, QUIMBOMBO, TABACO EN POLVO Y, FINALMENTE EL GALLO, TODO LO CUAL LA MADRE DE LOS OBSTACULOS DEMANDO EN SU MOMENTO, COMO PARTE DE SUS TACTICAS DE DILACION HABITUALES, PERO IROSUN MEYI ESTABA PREPARADO DE MANERA ABSOLUTA. DESPUES DE ESTO, YEYE MUWO LO AUTORIZO A QUE PIDIERA SUS DESEOS. COMO ESTABA PROHIBIDO ARRODILLARSE EN EL SUELO DESNUDO, EL LO HIZO SOBRE LA TORTUGA QUE HABIA TRAIDO DESDE LA TIERRA. DESPUES DE PEDIR TODOS SUS DESEOS, DIOS LO BENDIJO CON SU MASA DIVINA. AL ESCUCHAR YEYE MUWO EL SONIDO DE LA MASA, RAPIDAMENTE TERMINO DE COCINAR PERO ANTES DE QUE PUDIERA SALIR, ESU LE HIZO SEÑAS A IROSO MEJI PARA QUE PARTIERA DE INMEDIATO HACIA TIERRA. CUANDO LA MADRE DE LOS OBSTACULOS FINALMENTE EMERGIO DE LA COCINA, LE PREGUNTO A DIOS POR EL HOMBRE QUE HABIA ESTADO PIDIENDO DESEOS Y EL PADRE TODOPODEROSO RESPONDIO QUE YA SE HABIA IDO. ELLA LE PREGUNTO POR QUE EL NO LE HABIA PEDIDO AL HOMBRE QUE SOLICITARA DESEOS MALOS Y BUENOS Y DIOS REPLICO QUE EL NO TENIA LA COSTUMBRE DE INTERVENIR CUANDO SUS HIJOS ESTABAN PIDIENDO SUS DESEOS. A PESAR DE TODOS LOS REGALOS QUE IROSUN MEYI LE HICIERA A YEYE MUWO, ELLA NO OBSTANTE PARTIO RAPIDAMENTE EN SU BUSQUEDA MIENTRAS LO PERSEGUIAN CANTO:

ARIRO SOSO GINI GINI MOKO IRAWO BE SESE LE EYIN ERON,

OJU IMA KI IRAWO MA TU ERON ISE OLO ORIRE DURO DEMI BUWO OOO.



EL RESPONDIO CON UN REFRAN DEL MISMO CANTO DICIENDO QUE YA HABIA HECHO SACRIFICIO Y PEDIDO SUS DESEOS, NO HABIENDO QUEDADO NADA. MIENTRAS CANTABA, CORRIA ATEMORIZADO. AL VER YEYE MUWO QUE NO PODIA ALCANZARLO, SE QUEDO QUIETA, ESTIRO EL PULGAR Y LE LACERO LA ESPALDA CON EL MISMO, ESA ES LA LINEA HENDIDA QUE CORRE A LO LARGO DE LA CULUMNA VERTEBRAL HASTA ESTE DIA Y QUE ESTA PRESENTE PARA RECORDARNOS CONSTANTEMENTE QUE LA UNICA FORMA EN QUE PODEMOS ESCAPAR DEL LARGO BRAZO DEL INFORTUNIO ES HACIENDO SACRIFICIO. CON ESA MARCA, YEYE MUWO PROCLAMO A IROSUN MEJY E INMEDIATAMENTE ANTE EL RESTO DE LA HUMANIDAD QUE NUNCA RECORDARA SUS DESEOS CELESTIALES AL LLEGAR A LA TIERRA DEBIDO A QUE LOS OJOS NO PUEDEN VER LA PARTE DE ATRÁS DEL CUERPO Y QUE ANTES DE VER SUS DESEOS HECHO REALIDAD TENDRIA QUE ANDAR A TIENTAS POR LARGO TIEMPO Y PASAR MUCHOS TRABAJOS DURANTE EL PROCESO. EL DOLOR DE LA HERIDA HIZO QUE IROSUN MEYI PERDIERA EL CONOCIMIENTO Y CAYO EN UN TRANCE DE OSCURIDAD TOTAL. AL DESPERTAR SE HALLO EN SU CAMA EN LA TIERRA. HABIA OLVIDADO TODO LO QUE HABIA SUCEDIDO ANTES. DESPUES DE ESTO, SE DEDICO A SU NEGOCIO Y A LA LARGA PROSPERO.

Por su parte el Oddun Iworibogbe refleja otra pataki mencionando la importancia de Elenini:

Iwori Bogbe le realiza sacrificios a Eleneni

Iwori bogbe, uno de los ODUS (discípulos más viejos de Orunmila, revelará más tarde la Influencia de la Divinidad del Infortunio en nuestras vidas). Elenini (Idoboo), es el guardián de la cámara interna del Palacio Divino de Dios, donde nosotros todos vamos de rodillas a pedir nuestros deseos de nuestra permanencia en el mundo.

Una vez que hemos cumplimentado los arreglos de nuestra partida, somos guiados por

nuestro ángel de la Guarda a la cámara interna donde todos pedimos nuestros deseos.

Dios no nos dice lo que nos debe o no nos debe suceder o nos da algunos trabajos especiales. Cualquier cosa que digamos deseamos hacer o llegar a ser, él simplemente nos bendice diciendo - Así sea hijo mío.

Cuando lworibogbe, estaba saliendo para la Tierra, él pidió un deseo de que él quería cambiar el aspecto de la Tierra mediante la eliminación de todos los elementos malvados y viciosos. Para estar en condiciones de cumplir su tarea, él solicitó de Dios un poder especial sobre la vida y la muerte. Dios respondió que su deseo estaba concedido.

Colmado por el poder conferido a él por Dios, rápidamente partió en su viaje para la Tierra. Su ángel de la Guarda le recordó garantizar sus deseos con Elenini y las Divinidades más poderosas, pero él le dijo a su ángel de la Guarda que no existía fuerza más grandiosa que la de Dios y que como él había obtenido permiso divino, no veía justificación para recurrir a cualquier autoridad inferior.

Tan pronto como abandonó el Palacio Divino, Elenini volvió hacia sí mismo los deseos de Iworibogbe. Al llegar a la Tierra, él descubrió que contrario a sus deseos, él estaba cayendo en dificultades. Ocurrió que lo opuesto de cualquier cosa que el deseo se encontraba manifestándose siempre. Cuando él rezaba porque la gente viviera, morían, mientras que aquellos que él deseaba muertos, vivían. El se desilusionó mucho, porque nadie se atrevía a ir donde él por adivinación o ayuda, ya que aquellos que lo hicieron, pagaron caro por eso. Después de pasar hambre en la frustración por algún tiempo, él decidió regresar al Cielo.

Al llegar al Cielo, se dirigió a su ángel de la Guarda, quién le recordó del consejo que le dio antes de abandonar el Cielo. Fue en ese momento que él convino en ir por adivinación donde le fue dicho hacerle sacrificios de muchos platos a Elenini y a las Divinidades mucho más viejas. Él hizo el sacrificio y subsecuentemente retornó a la Tierra para una vida más fecunda y satisfactoria.

11/01/2010

Ọbàtálá – Oríşanlá



Entre las primeras divinidades que son traídas dentro de los seres como el ser supremo, estaba Ọbàtálá o Oríşanlá, la hemos visto en el último capítulo en relación con la historia de la creación, y la moldura de las formas humanas. El es la principal divinidad de los yorubás. Su culto es ampliamente reconocido por toda Yorùbalándia, y las diferentes localidades, llamándolo por diferentes nombres, por ejemplo: se le llama Oríşanlá en Ilé Ife, en Ibadan y en otros lugares se le conoce como Òrìşà Popo, en Ogbomoso, como Òrìşà Ogiyán, en Ejigbo, como Òrìşà Ijayé, y Òrìşà Onilé en Ugbo, la antigua ciudad cerca de Okiti pupa. Aún cuando se le llama por diferentes nombres, la adoración otorgada a él, es la misma en estos lugares diferentes. Se cree por los adoradores que tiene le poder de convertir a sus veneradores en grandiosos, para que prosperen al hacerlos incrementar y multiplicar sus recursos, y les confiere bendición a todos ellos, por lo tanto se dice de él: o gbé omo, re, o so o dajé; o ni ki won rerinin, won reninin (El aguarda por sus hijos, y los hace materialmente prósperos, les da motivo para que rían y ellos ríen)


Esta divinidad es popular, por darle hijos a mujeres estériles, y por moldearlos, es decir, es decir, la forma del hijo en el útero o matriz de la madre. Es por ello que es común oír decir a las personas, desear una mujer embarazada: Korisá yaná iré ko mio (puede el Òrìşà, que es Oríşanlá, hacer de cierto modo un buen trabajo de arte). Es por ello que Oríşanlá, se le llama la divinidad de la escultura. A modo de explicar como ciertas personas son feas o deformadas, los yorubás afirman que los albinos (afin), los enanos, los jorobados (irará) (asuké) los lisiados (aro) y los mudos (odi) se crearon así por Oríşanlá, para hacerlos sagrados a él. Tales personas se les llaman Eni-Oríşa (aquellos que se colocan aparte para Oríşa. La creencia es que Oríşa, como escultor de la divinidad, algunas veces crea seres anormales en su trato, y cuando uno ve tales seres, uno tiene motivos para darle las gracias al escultor de la divinidad, por habernos formado apropiadamente.
Además, Oríşanlá, es notable por su pureza, el vive en un lugar totalmente blanco, es por eso que las personas dicen de él:
Bantá – bantá n’ni alá Infinito en ropas blancas
O sún n’un ala Duerme en ropas blancas
O jí n’ un alá Se despierta con ropas blancas
O tinú alá dide Se eleva en ropas blancas
Ba nlá ¡ oko Yemowó Padre venerable¡ Compañero de Yemowó
Oríşa wu mí ni budó Oríşa, me encanta mientras está en ceremonias
Ibí re lorişa kalé Es un lugar delicioso donde se encuentra el Oríşa
Entronizado.
Los adoradores de Ọbàtálá, se espera que sean limpios y rectos, pueden usar ropas de cualquier color, pero el blanco es el mas aceptable, las mujeres adoradoras, usan cintas de blanco opaco, con pequeñas cuentas blancas (seseefún), y tobilleras de color plomo y pulsas.
Existe también un recipiente, que contiene agua en su santuario, el agua se mantiene limpia y pura, según el entendimiento de las personas. Tal agua se recoge bien temprano en la mañana de un manantial, lo mismo por una mujer virgen, que por una mujer que ha pasado la edad de tener hijos, ella no saluda a nadie por el camino, y lleva una campana la cual suena por todo el camino, para avisarle a las personas, que ella está en una gestión sagrada. Esta agua sagrada, se les brinda ceremonialmente a los devotos, y entre otros beneficios, se piensa que hace, fértiles a las mujeres estériles. La mayoría de las ofrendas a su lugar sagrado, son desangradas, consistiendo en serpientes, kola amarga (orogbo), harina de maíz, (eko tutu), maíz bien hervido, (egbó) y cocos, la comida que se le ofrece, usualmente se le cocina con aceite vegetal o mantequilla, nunca con aceite de palma, ni tampoco puede ser sazonada con pimienta. Su principal prohibición, es el vino de aceite de palma, (Emu). Una tradición afirma que Ọbàtálá prohibe ofrecer vino de palma en su lugar sagrado, y prohibe a sus devotos beberlo, debido a que él Ọbàtálá, se emborracho con eso, cuando lo enviaron e parte de Olódùmarè, para que fuera y creara la tierra sólida.
Antes que dejemos nuestro desarrollo a cerca de Ọbàtálá, se debe señalar que una tradición verbal, da crédito, a que la divinidad principal, vivió en la tierra, y se casó con Yemowo, (no con Yemuhú como señala Talbot) y otra sugiere que su esposa es Odùdúwà, no obstante una tercera tradición, ve a Ọbàtálá (Oríşanlá) y a Odùdúwà, como divinidades hermafroditas. Las dos según la última tradición, se representan por una guira cerrada, la mitad de la tapa de arriba, siendo Ọbàtálá, y la del fondo o de abajo, Odùdúwà, son símbolos del cielo y la tierra (representan a estos). Se le buscará una solución a este enigma, cuando se examine a Odùdúwà mas adelante.
Ọbàtálá (Ọrí – şan’lá)
Obatá’nla Se le conoce Terrenalmente
Obba: Rey
Atá Manto, ropa
‘nla Extendió.
Ọrí – şan’lá -Se le conoce celestialmente
Ọrí -Divinidad
şan’lá Que se partió en pedazos
Otros nombres por los cuales también se conoce son: Oba ti álá, (rey vestido de blanco) o también como Oba ti o ‘nlá (rey bondadoso, grande). Los teólogos, lo califican omo hijo directo de Olódùmarè, su madre oriunda de ifón, cuyo seudónimo es Olófón. Se asocia con la pureza, y en el interior de su templo, su color es blanco, sus seguidores visten de blanco, y sus devotos deben ser sinceros y claros como el agua. De ahí el refrán:
Aiye won a tóro bi emi af’ờrớ pờn -Sus vidas serán claras y puras como el agua.
Etnológicamente, se le denomina: Ohun ti ori şu (El que se compone con pedazos dispersos). La tradición sitúa su casa original en Igbo, de ahí que también se le llame Oba igbo, es también adorado en irangę.
Eni tu nwon bi l’ode igbo ti Ờręę oba l’ondé irangę -El que nació en Igbo, y fue a ser adorado en irangę.
Su trabajo principal como divinidad, fue la creación, por eso en el cielo se le dio el título de Ala ba làşę. Por eso entre los atributos de Ọbàtálá va un Pàuyę (atributo entregado por Olódùmarè, para su trabajo en la creación en la tierra, Y que significa: (El prominente que empuña el cetro)
Cuando forma un nuevo ser en el vientre de la madre, se le conoce como: Ki Òrìşà ja na rę kóniọ (El Òrìşà que construye una obra de arte en el vientre de las madres) se dice que cuando creo a Cristo, se le denominó Àlámó ręrę (El que trata con la arcilla escogida, barro con el que se formó el hombre.
Ọbàtálá: Divinidad que brinda esperanza a los desamparados, para que de hijos a las mujeres estériles, dueño de los Albinos (Afin), los enanos (irá ‘rá), los lisiados, los mudos (Oddi), los jorobados (asukeé) , y todas las personas deformes, se le define como (Eni Òrìşànlá) fue creado por el Òrìşà, cuando Olódùmarè, en su creación, creo al hombre deforme, y Babá le dio su último toque. Por eso los médicos se visten de blanco.
A Ọbàtálá, hay que rendirle homenaje, cada 17 días, a esto se le llama Itádógụn. Olá olapodé, describe la Ianajén de Ọbàtálá, como de madera decorada, con conchas y cubierta de telas blancas.

También se le conoce como él (Òrìşà - Pao – Ala – Norere). Obadá Arugbo (Padre de la barba gris. Ọbàtálá le entregó la campana a Òrùnmìlá, porque este le salvo la vida. Existen Ọbàtálá machos y hembras.

10/23/2010

LA BAJADA DEL CIELO DE LOS IRUNMOLE PARA POBLAR LA TIERRA.

Ogunda meyi fue uno de los más poderosos adivinadores tanto en el cielo como en la tierra. Se le acredita haber combinado la fuerza de Ògún y la inteligencia de Òrùnmìlá en su trabajo. Fue el quien revela la historia del segundo intento realizado por las divinidades para poblar la tierra. Obara bodi, uno de los discípulos de Òrùnmìlá, revelaría mas tarde los detalles del primer intento para poblar la tierra y de como este fue realizado.

Ògún, la divinidad del hierro y la más antigua de las divinidades creadas por dios, fue llamado también físicamente la mas fuerte de todas las 200 divinidades. Frecuentemente se hace referencia a el como el descubridor del camino, porque encabezo la segunda misión de reconocimiento del cielo a la tierra. Ogunda meyi nos dice que fue a causa de los atributos físicos de Ògún que dios lo designo a él para marcar el camino para la segunda morada en la tierra. A él se le conoce por ser egoísta y engreído y poco dado a consultar con alguien para pedir consejo. Se apoya casi exclusivamente en sus habilidades para la manufacturaron y en su fuerza física.
Esto explica porque nunca se molesto en ir a los adivinadores o en consultar a alguna otra persona cuando fue nombrado por dios para acometer la tarea de establecer una morada en la tierra. Tan pronto como recibió de dios la orden de partida, se puso en camino casi de inmediato. Dios le dio 400 hombres y mujeres para que le acompañaran en la misión. Cuando llego a la tierra comprendió de inmediato las consecuencias de no haber realizado los preparativos adecuados antes de partir del cielo.
Sus seguidores mortales pronto estuvieron hambrientos y exigieron comida. Como ellos no habían traído a la tierra alimentos de tipo alguno, el solo pudo aconsejarles que cortaran palos del bosque que los rodeaba y se los comieran. El procedimiento de alimentarse con palos no les dio satisfacción y muy pronto muchos de sus seguidores comenzaron a morir de hambre. Temeroso de perder a todos sus seguidores ante la muerte por hambre, decidió regresar al cielo para reportar misión imposible al dios todopoderoso.
Dios invita entonces a Olókun, la divinidad del agua, para que encabezara una segunda expedición a la tierra. el es igualmente orgulloso y tiene plena confianza en si mismo. También le fueron dados 200 hombres y 200 mujeres para que lo acompañaran en su misión. él no hizo consulta ni adivinación alguna con los ancianos del cielo antes de partir hacia la tierra. Al llegar allí, tampoco tuvo idea de como alimentar a sus seguidores. Solo les aconsejo que bebieran agua cuando tuvieran hambre. Como el agua no podía alimentarles con efectividad, ellos comenzaron morir de hambre. Poco después, también el regreso al cielo con sus seguidores para informar el fracaso de la misión.
Dios invita entonces a Òrùnmìlá acompañado de 200 hombres y 200 mujeres a que encontrara una morada en la tierra. Òrùnmìlá se pregunto si el podría tener éxito en una misión que había desafiado los esfuerzos de divinidades de mayor edad y fuerza como Ògún y Olókun. Dios lo persuadió de que tratara de realizar su mejor esfuerzo, porque era necesario despoblar el cielo estableciendo una morada satélite en la tierra. Su fiel sirviente, Okpele, le aconseja a Òrùnmìlá que no declinara la tarea porque con los preparativos adecuados, el estaba convencido de que el éxito le esperaba.
Con las palabras de estimulo de su favorito Okpele, Òrùnmìlá acepto embarcarse en la misión, pero le rogó a Dios que le concediera la gracia de prepararse en unos pocos días antes de partir. Òrùnmìlá se acerco a los adivinadores mas viejos del cielo para que le ayudaran en la planificación de su misión. Ellos le aseguraron que tendría éxito en establecer una vida en la tierra. Ogunda-meyi, uno de sus propios hijos, le pidió seis cawries y le aconsejo que recolectara un ejemplar de cada planta y animal comestible del cielo para la misión. Igualmente le aconsejo que entregara un macho cabrío a Ęşù y que le pidiera que fuera con el a la tierra en la misión.
Luego de haber realizado todos los sacrificios que le habían sido prescritos, fue a donde dios para obtener de este su autorización final. Antes de partir le rogó a Dios que permitiera a ule (owa en bini), la divinidad de la vivienda, venir con el. Pero dios le dijo que no era su divina intención enviar dos divinidades a la tierra a la vez, ya que preveía mandar una detrás de la otra. No obstante, dios le aseguro a Òrùnmìlá que si tenia éxito en la tierra debía enviar a su sirviente Okpele de regreso al cielo a buscar a ule (owa) para que lo ayudara. Entonces partió hacia la tierra.
Tan pronto como Òrùnmìlá se puso en marcha, Ęşù fue a decirle a Ògún que Òrùnmìlá se dirigía a la tierra por la ruta que él (Ògún) había establecido. Inmediatamente Ògún fue a bloquear el camino con un tupido bosque, no supieron entonces que hacer. Òrùnmìlá envío a la rata a buscar un camino a través del bosque. Antes de que la rata regresara, Ògún se le apareció a Òrùnmìlá y lo regaño por haberse atrevido a ir a la tierra sin informárselo a él.
Sin embargo, este le explico que el había enviado a Ęşù a decírselo y cuando Ògún recordó que había sido precisamente Ęşù quien había venido a alertarlo, rápidamente abrió el bosque para que Òrùnmìlá pudiera continuar su camino. Antes de alejarse de él, Ògún le dijo a Òrùnmìlá que la única otra obligación que le debía era la de alimentar a sus seguidores con palos como el había hecho y Òrùnmìlá prometio que así lo haría.
Mientras tanto, Ęşù también había ido a informar a Olókun que Òrùnmìlá estaba en su camino a la tierra para triunfar donde el había fallado. Olókun reacciono provocando que un ancho río bloqueara el avance de Òrùnmìlá. Cuando este llego a la orilla del río, envío un pez a buscar una vía a través del agua. Mientras esperaba el regreso del pez, Olókun se le apareció y lo regaño por haberse atrevido a embarcarse en un viaje a la tierra sin obtener su autorización.
Òrùnmìlá explico que lejos de menospreciar a Olókun el, de hecho, había enviado a Ęşù a informarlo de su misión en la tierra. Cuando Olókun se dio cuenta de que ciertamente Ęşù había venido a verle, retiro el agua para que Òrùnmìlá pudiera proseguir su viaje. No obstante, advirtió a Òrùnmìlá de que el estaba bajo obligación divina de alimentar a sus seguidores como lo había hecho el (Olókun),con agua. Òrùnmìlá prometio seguir el consejo de Olókun. Sin mas obstáculos en su camino, Òrùnmìlá prosiguió su viaje a la tierra.
A su llegada, rápidamente aconsejo a todos sus seguidores masculinos que limpiaran el monte y construyeron chozas temporales techadas con esteras (aghen). Cuando esta tarea fue cumplimentada, ellos sacaron los frutos y semillas que Òrùnmìlá había traído con el, a fin de que fueran plantados por sus seguidores en el monte que estos habían despejado.
Al atardecer, todos se retiraron a dormir en sus respectivas chozas. Ęşù, a quien se le había dado un macho cabrío antes de que el grupo partiera del cielo, se dedico a trabajar en las semillas y en los animales. Cuando despertaron al amanecer, descubrieron que todos los cultivos no solo habían germinado sino que habían producido frutos, listos para ser cosechados. Estos incluían ñame, plátano, maíz, vegetales, frutas, etc. Al mismo tiempo todo el ganado que ellos habían traído del cielo se había multiplicado de la noche a la mañana. este fue el primer milagro realizado por Òrùnmìlá en la tierra, como una manifestación directa de los sacrificios que el había realizado antes de partir del cielo.
Entonces, cuando sus seguidores pidieron comida antes de dedicarse a las tareas del día, el les dijo que cortaran palos del monte cercano para comer, como deferencia al requerimiento de Ògún. Ellos lo hicieron tal y como se les dijo. Luego que hubieron masticado los palos durante largo tiempo, les dijo que tomaran agua como Olókun le había encargado que debía hacer. La operación de atenerse a las instrucciones dadas a el por Ògún y Olókun es cumplimentada hasta el día de hoy por toda la humanidad, mediante la rutina de comenzar el día con el mascado de palos o cepillado de los dientes y el enjuague de la boca con agua.
Habiendo cumplimentado los deseos de sus mayores, Òrùnmìlá le dijo a su gente que se alimentaran de las plantas y animales que abundaban en el asentamiento. Ellos habían logrado sentar las bases para una morada permanente en la tierra. Okpele, satisfecho de que ya nada se alzaba en el camino de ellos para triunfar en la tierra, le propuso entonces a Òrùnmìlá que era tiempo que lo enviara a informar a dios que la tierra ya era suficientemente habitable para que Ule se le uniera. Òrùnmìlá estuvo de acuerdo, pero le dijo que primero debía invitar a Ęşù a que viniera a la tierra antes de solicitar que lo hiciera Ule.
Habiendo prometido que se le uniría tan pronto fuera invitado, Ęşù acepto inmediatamente acompañar a Okpele a la tierra.
Antes de arribo, Òrùnmìlá le pidió a sus seguidores que construyeran una choza para Ęşù a la entrada del asentamiento. Tan pronto como Ęşù se instalo en su vivienda, Òrùnmìlá le envío un macho cabrío. Ęşù se sintió feliz de poder alimentarse con su comida favorita que penso no estaría disponible en la tierra.
Cuando Okpele vino a comprobar si Ęşù se encontraba bien, este le dijo que le rogara a Òrùnmìlá que lo perdonara por las dificultades iniciales que le había creado antes de que partiera del cielo al incitar a Ògún y a Olókun en su contra. Òrùnmìlá lo perdono y rogó a Ęşù que se quedara en la tierra y fuera su vigía, permitiendo alimentarlo en todo su momento.
Luego de esperar en vano por el fracaso de Òrùnmìlá y su regreso al cielo junto a sus seguidores, Olókun decidió volver a la tierra y averiguar como le iba a la misión. Al llegar, se encontró con Ęşù quien le dijo que Òrùnmìlá había logrado convertir la tierra en un lugar habitable. Cuando Olókun se reunió con Òrùnmìlá, le pidió que lo perdonara por los obstáculos que le había ocasionado en un principio. Este le contesta que no-tenia nada que perdonarle porque el triunfo no ocasiona placer si no ha sido alcanzado luego de superar dificultades iniciales. Mas aun, le pidió que se quedara a vivir con el en la tierra. Olókun accedió, pero le dijo que primero tendría que ir al cielo a pedirle al padre todopoderoso que le concediera permiso para regresar a la tierra con sus seguidores. Olókun retorno al cielo y dios le concedió el permiso que solicitaba.
Cuando Oggún escucho que Olókun había partido para unirse a Òrùnmìlá en la tierra, el también decidió ir y ver las cosas por si mismo. Cuando Okpele vio salir a Ògún del cielo hacia la tierra, alerto a Òrùnmìlá quien inmediatamente instruye a sus seguidores de manera que entregaran otro macho cabrío a Ęşù para evitar un choque entre este y Ògún. Al arribar Ògún, Ęşù aun estaba comiendo su macho cabrío y se encontraba demasiado ocupado para preocuparse por el. Sencillamente le indico que continuara hasta donde vivía Òrùnmìlá. Tan pronto como Òrùnmìlá vio a Ògún, se postro ante el por ser este su hermano mayor.
Ògún respondió justificándose ante Òrùnmìlá por las dificultades que le creara al comienzo. Una vez mas, Òrùnmìlá explico que la disculpa era casi innecesaria, porque sin la presencia de ese problema, el probablemente no hubiera encontrado la vía para alimentar a sus seguidores. Òrùnmìlá convenció entonces a Ògún para que se quedara con el en la tierra, porque sin el (Ògún) era imposible que ninguna tecnología se desarrollara en la tierra. Òrùnmìlá explico que el solo sabia hacer adivinaciones, no así como inventar o manufacturar. Sintiéndose halagado, Ògún rápidamente accedió a regresar al cielo para obtener permiso de dios para regresar con sus seguidores a la tierra, lo que eventualmente hizo.
Fue a esta altura que Òrùnmìlá finalmente envío a Okpele a buscar a Ule al cielo. Cuando Okpele comunico el mensaje de Òrùnmìlá a dios, el padre todopoderoso invito inmediatamente a ule a que se dirigiera a la tierra para unirse a Òrùnmìlá. Una vez mas, fue Ęşù la primera persona que Ule visito a su llegada a la tierra. Ęşù lo envío a Òrùnmìlá a su choza. Lejos de retar a Ule como había hecho con Olókun y Ògún, Èşù rogó para que Ule siempre tuviera mayor éxito que todos sus hermanos mayores y que sin el nadie tuviera completa satisfacción en la tierra.
Ęşù procedió así porque Ule se caracterizaba por ser paciente e inofensivo. Cuando Ule se encontró con Òrùnmìlá, le ofreció sus respetos por haber hecho posible que el viniera a unírseles en la tierra.
Òrùnmìlá respondió proclamando con su instrumento de autoridad (ase) que:
1. Cualquier respeto que se le ofreciera a él, siempre se debía hacer extensivo a Ule.
2. Olókun siempre residiría en el agua a causa del río que este había utilizado para bloquear su llegada a la tierra, pero seria el distribuidor de riqueza y prosperidad al género humano;
3. Ògún siempre debería ser usado para alcanzar grandes logros pero el mismo tendría siempre que trabajar sin descanso día y noche y no disfrutaría de tranquilidad de espíritu entonces le dijo a los tres que partieran por sus distintos caminos. Estos abandonaron la habitación de Òrùnmìlá. Apenas se habían alejado de la vivienda de Òrùnmìlá cuando súbitamente Ule cayo muerto. Tan pronto como se desplomo, su cuerpo desapareció de la vista y en su lugar una constelación de edificaciones, corredores y casas de vivienda apareció en la tierra. Así, Ule se había transformado en respetables moradas para todos los habitantes presentes y futuros de la tierra.
Inmediatamente Òrùnmìlá dejo su choza de techo de estera y se fue a residir en la mejor vivienda palaciega provista para el por Ule. Ògún estaba molesto y se negó a vivir en cualquiera de las viviendas de Ule. Entonces construyo su propia choza ruinosa llamada izegede, que es donde el permanece hasta el día de hoy. Olókun también se sintió retado y se convirtió en agua para formar los océanos y ríos de la tierra. Los hombres y mujeres traídas a la tierra por Òrùnmìlá, Olókun y Ògún pronto comenzaron a casarse entre si y a multiplicarse para extenderse por los cuatro confines de la tierra. Es importante recordar que los descendientes y las subsiguientes reencarnaciones de los seguidores que originalmente vinieron a la tierra con Òrùnmìlá, Ògún, Olókun y otras divinidades, se convirtieron en los sacerdotes e hijos de estas divinidades hasta el día de hoy y hasta la eternidad. Aquellos que se apartan de los rebaños o que no tienen el privilegio de descubrir su parentesco, son los hombres y mujeres que encuentran toda clase de dificultades en la tierra.
En este punto Okpele regreso al cielo pero le dijo a Òrùnmìlá que lo buscara al cabo de un tiempo en el camino a la granja. Eventualmente el se convirtió en un árbol cuyos frutos son empleados hasta el día de hoy para preparar los instrumentos de adivinación de Okpele. El le dijo a Òrùnmìlá como usar las semillas que el produciría para la adivinación.

ÒGÚN

Ògún es algunas veces descrito, como una divinidad primordial, y otras como una antepasado deificado, ambos conceptos, tienen el apoyo entre los yorubás, aunque parece que la tradición que lo describe como un ser primordial, es mas fuerte que la otra.


Según el mito, cuando las divinidades bajaron por primera vez a habitar la tierra, vieron una manigua, y no pudieron abrirse paso, cada una de las divinidades trataba, pero fracasaba, hasta que Ògún, contribuyó voluntariamente, y les abrió el camino con su afilado machete. Como consecuencia de ello, todas las divinidades lo aclamaron como grandioso. Los yorubás, tienen un dicho “Òrìşà ti o wipé ti Ògún kó to kan, a fowó je isu re migba aimoyé” (Cualquiera que sea la divinidad que considere a Ògún como sin trascendencia, comerá sus ñames con las manos (sin preparar, durante muchas veces) esto es para sugerir que las otras divinidades pagan el derecho de considerar a Ògún, como ellas lo hacen al pagar a Ęşù, en realidad, actualmente, se llama Osímalé, principal entre la divinidades.

Debido a que Ògún está asociado con la limpieza del camino, o la elevación de las barreras, los Yorubá sostienen la creencia de que cuando un camino no está claro, o cuando uno encuentra dificultades, la apelación debe ser hecha a Ògún, para que ayude a hacer el camino fácil, de la misma manera que él lo hizo para las divinidades, a principios de la creación. También se cree, que él es capaz de suministrar prosperidad a sus devotos, por lo que entre otros apodos, a él se le llama Onilé owo, Oloná elá kangúnkangún odé orún (El dueño de la casa del dinero, El dueño de la casa de los ricos, El dueño de las innumerables casas del cielo).

Otra tradición sostiene, un origen terrestre para Ògún. Se dice que él es hijo de Odùdúwà, (Odùdúwà, en la tradición yorùbá, tiene una numerosa cantidad de hijos), y que era un poderoso guerrero que ayudó a su padre, a luchar contra muchos de sus enemigos, (incluyendo a Ọbàtálá).

La tradición añade, que en agradecimiento, a las victorias de Ògún, Odùdúwà le dio la autoridad de ir a gobernar a Iré, y hoy día se le llama Ògún – Oniré. Debemos señalar que en otros lugares de Yorùbalándia, por ejemplo, en Ilesá y Ondo, donde la adoración a Ògún se le da importancia, luchan por este derecho con Iré, y dicen desdeñosamente, que Iré no es el hogar de Ògún, que a él solo e le llamó allí para que bebiera vino de palma en una de sus campañas de guerra.

El actual rey de Iré, (Oliré de Iré) afirma tener su origen en Ògún, y por lo tanto de Odùdúwà. Personalmente ha confirmado que Ògún fue el primer rey de Iré, y que una vez que Ògún regresaba de una de sus feroces batallas, el se acercó a un grupo de personas de Iré, en Ajó Oriki (un grupo donde el saludo estaba prohibido), y Ògún se sorprendió al ver que nadie de las personas lo saludó. Con su machete el tocó los pequeños barriles de vino de palma, parado en el centro del grupo, pero se desalentó al descubrir que estaban vacíos (Normalmente, cuando los pequeños barriles se han vaciado, e colocan boca abajo). El enfurecido Ògún, comenzó a degollar a las personas, aún sus propios súbditos e hijos, destruyendo totalmente a un gran grupo, antes de que él volviera en si. Percatándose de su acto sangriento, decidió ponerle fin a su carnicería de una forma dramática. Clavó su espada en la tierra, se sentó sobre ella, y comenzó a hundirse lentamente en lo profundo de la tierra; pero antes que desapareciera totalmente, se aseguró y prometió, a las personas que siempre que lo necesitaran, podrían llamarlo. Y el pueblo de Iré afirma, que ellos lo han llamado al aproximarse lo enemigos, y él no los ha abandonado.

Hoy día en Iré, el sacerdote principal de Ògún, vive permanentemente en un lugar idéntico, a donde se cree que Ògún, se fue a lo profundo de la tierra. Según la tradición el Oliré de Iré, y él no deben encontrarse cara a cara, pero el rey afirma que envía ofrendas periódicas al sacerdote principal, para la adoración de Ògún.

De esta forma, Ògún fue de las primeras divinidades, y fue útil para ellos. Al mismo tiempo, existe la tradición verbal, la cual afirma, que el realmente reinó sobre el territorio de Yorùbalándia. ¿Pero que es lo significativo de Ògún en la creencia yorùbá?. Se cree que el es la divinidad del hierro, y la guerra, pre – eminentemente, es la deidad del ángel de la guardia de los cazadores, los herreros, los orfebres, los barberos, los carniceros, y (en los tiempos modernos), los mecánicos, los camioneros, los taxistas, todos los que trabajan con hierro y acero. Ningún cazador yorùbá, va a una expedición, de caza, sin pagarle el derecho a Ògún, ningún soldado va a la guerra, sin ofrecer el sacrificio apropiado a la divinidad; ningún camionero se considera seguro, hasta que él no le hace la ofrenda a Ògún, y ningún herrero se siente cómodo, hasta que no paga el homenaje a Ògún. Todos estos trabajadores del hierro y el acero, buscan a Ògún para su protección contra los accidentes, y para la ayuda en el trabajo. Se cree que Ògún tiene el machete, para aclarar y abrir la puerta del bienestar, la salud y la prosperidad, y si él es menospreciado, puede causar accidentes desastrosos y batallas sangrientas. Para evitar tales batallas, se le hacen ofertas para aplacar a Ògún, por parte de los yorubás. De esta forma, Ògún se ve como el símbolo de lo superior, conquistador numero uno. Este es un concepto que es Universal, pero detrás de este concepto, puede haber un ser humano. Por ejemplo, los Romanos tienen a Marte, como su Dios de la guerra, mientras los Griegos tienen a Apolo como su rey de la caza y la persecución.

También se cree que Ògún, significa justicia absoluta, y por ello es que se llama como testigo, de un convenio o pacto entre dos personas, o grupo de personas. En la actualidad, cuando un yorùbá, es adicto a la religión tradicional, se trae al campo de la ley, y se le hace jurar por Ògún (representado por un pedazo de hierro), en lugar de la Biblia o el Corán, esto se hace, besando la pieza de hierro, mientras declara: Juro la verdad, toda la verdad, y nada mas que la verdad. Los yorubás, creen muy fuertemente, que nadie que jure falsamente o que rompa el convenio, del cual Ògún es testigo, puede escapar del juicio severo con resultado de accidentes espantosos.

Los lugares sagrados de Ògún, usualmente se ubican, al aire libre, al pie de algunos árboles sagrados, (Ej: Peregún, Akókó, Atorí e Iyeyé), por el lado de un muro o pared, y en una fragua o herrería. Los símbolos incluyen piezas de hierro, machetes o armas de fuego, y el popular traje de Ògún. Mariwo (la hoja de la palma).

Las ofrendas que se le hacen a Ògún, incluyen: Aceite de palma, vino de palma (aguardiente), perros, serpientes, carneros, ñames asados y jicotea. Los seres humanos, se ofrecían antes de la abolición del sacrificio humano.

10/20/2010

Ęşù

Ęşù es una de las divinidades fundamentales, y muy prominente en la mitología yorùbá. Lo hemos visto en relación con Òrùnmìlá, a quien él le enseño el oráculo de Ifá, un medio de adivinación de los deseos de las divinidades, así como la búsqueda de una guía espiritual.


De acuerdo con la tradición popular, si el fue el instructor de Òrùnmìlá, se diría que fue su contemporáneo, y por tanto una de las divinidades principales, sería un error por tanto como hizo Bascom, sugerir que Ęşù fue la mas joven de las divinidades.

Es muy difícil para un observador casual de la religión yorùbá, comprender a Ęşù, y su lugar en las creencias yorùbás. Ęşù, no es el diablo, del concepto cristiano, ni el Shaitan de la fe musulmana.

El Diablo o el Shaitan, según estas creencias, es completamente malo, pero esto no es así con Ęşù en las creencias yorùbás. Además, debemos acentuar, que no existe dualismo en la religión yorùbá, en la manera en que Dennett describió a Ęşù, como el “Ser de la obscuridad, mientras Ifá, es el ser de la luz y la revelación”. Lucas está también equivocado al llamar a Ęşù “la divinidad mala que se coloca en oposición directa a Olórun”. Ęşù, no es como Ekwénsu que es una fuerza mala totalmente, según la creencia del Igbo de Nigeria, ni igual a Ahriman, del sistema religioso Zoroastro, que está totalmente opuesto a Ahura Mazda (El caballero de la Sabiduría). En otras palabras, el yorùbá, no conoce las fuerzas que se oponen totalmente; una representando al mal, y otra representando al bien. Ęşù, no es la encarnación personal del mal, colocándose en oposición a la bondad. Como uno de los funcionarios de Olódùmarè en su mundo teocrático, el debe ser visto como parte de lo divino, el cual prueba y tienta a su pueblo. El provoca a las personas, pero eso no quiere decir, que el esté en contra de la raza humana, o que le hará algún daño. El es aquel que le encanta tentar lo que hay en los corazones de las personas y lo que es su verdadero carácter.

A Ęşù, hay que verlo como las relaciones oficiales entre el cielo y la tierra. La tradición yorùbá, afirma que el mantiene relaciones con el mundo super sensible y con los seres humanos en la tierra. Con relación al mundo super sensato, o sensible, el mantiene estrechas relaciones con Òrùnmìlá, que es notable por su sabiduría, y es quien conoce los deseos de las divinidades, y quien transporta estas a los hombres a través de Ifá. (Ęşù, habla primeramente enseñando a Òrùnmìlá) Siempre que el oráculo habla, se prescribe un sacrificio, este debe ser ofrecido por los hombres y las mujeres, quienes desean el favor de los dioses; una parte de cada sacrificio, va a Ęşù, (según el acuerdo con Òrùnmìlá) y el asegura llevar el mensaje al mundo espiritual, pero si una persona se rehusa a hacer el mandato a las divinidades, Ęşù le hará la vida incomoda a él o ella. La principal función de Ęşù, es hacer gestiones para los hombres y las divinidades, e informar de sus actos al ser supremo. Como inspector general, Ęşù es omnipresente, hallado en el mercado, las uniones de caminos, y en los umbrales de las casas. En sus acciones él es tanto ambivalente, como ambidextro. Lo que es intrigante de Ęşù, es que le no discrimina en desarrollar las gestiones buenas así como malas, el puede ser utilizado como un instrumento de desquite; puede crear hostilidad entre padre e hijo, o entre marido y mujer, así como entre dos amigos. Al mismo tiempo, puede suministrarle hijos a las mujeres estériles, buenas ventas a las mujeres del mercado. Puede causarle a una persona un mal comportamiento, o un acto de anormalidad, como también puede forzar a un deudor a pagar una deuda con un acreedor. (si el último busca su ayuda) . Es por ello el dicho yorùbá acerca de él: “Ko se iduró de, ko si se iśá fun” “Uno ni huye, hi espera por él”. Se ve como el divino forzador, que castiga a aquellos que no le ofrecen los sacrificios prescritos, y asegura a aquellos que si lo hacen, ampliamente recompensados.

Se debe señalar aquí, que los yorubás, creen que Ęşù, puede e instiga a los hombres para que ofendan a los dioses, y de ese modo suministrar los sacrificios a la ira de los dioses. Es por eso que algunas personas dicen que sin él, los dioses pasarían hambre.

Las primeras investigaciones de la religión yorùbá, que afirmaban que el lugar de Ęşù está siempre en los cruces de los caminos y lejos de las moradas de los humanos están equivocadas. Nosotros descubrimos que el verdadero lugar, es aquel en que casi todas las familias tradicionales, clan o pueblo, cada devoto, (independientemente al culto al cual el o ella pertenezcan) tiene el símbolo y la divinidad de Ęşù. Su culto trasciende los límites de cualquier grupo o abolengo, ningún devoto de ninguna divinidad omitirá propiciar a Ęşù primero, antes que le sean hechas ofrendas al ser divino que sea adorado. Ningún jefe de familia, fallará en brindar el primer bocado de comida, o la primera gota de una libación a Ęşù, antes que a los espíritus ancestrales se les alimente. El debe ser conciliado primero, para que en reciprocidad, el puede cooperar en el desarrollo favorable de la ceremonia que va a ser ejecutada. Nadie quiere que le echen a perder las cosas por causa de él. Debe contarse con él seriamente, porque eventualmente, el será el que lleve las ofrendas a sus receptores, así manteniendo la relación entre los seres humanos, y llevando las ofrendas a los seres sobrenaturales. En otras palabras, sin Ęşù, la dinámica del rito no existiría. Si el no recibiera los elementos necesarios para cumplir su función constructiva, el se vengaría bloqueando el camino de la bondad, y abriendo los caminos que le son hostiles a los seres humanos. Por ello, el es temido y respetado al mismo tiempo.

Hay individuos que sostienen que Ęşù, los ayuda a guardar el mal, y a traerles la paz y la prosperidad. Parrinder asemeja a Ęşù con este tipo de relación a “Un perro salvaje” que morderá raramente la mano que lo alimenta, pero atacara cualquier mal que se le acerque.

Ęşù no tiene un clero ordinario, porque el está asociado con todas las otras divinidades, pero donde quiera que estas otras divinidades sean adoradas, a el se le brindará un debido homenaje; sus devotos usan collares negros o marrón en sus cuellos.

Se representa por diversos tipos de imágenes. Puede ser visto en forma de un simple montículo, con la forma cruda de un ser humano, con cuernos en su cabeza, y un cuchillo o palo en su mano, o puede ser representado por una pieza de arcilla roja, o piedra metida en la tierra, o en una pieza de barro al revés con un hoyo en el medio.

Las ofrendas a Ęşù, son de tipo muy simple, incluyen unos granos de maíz y frijoles, pollos o aves negras, chivos y perros. Los perros se dicen que son especialmente sagrados para él, porque ellos se comen físicamente los sacrificios rituales en los lugares sagrados de Ęşù. Por eso el dicho común entre los yorubás: “Ohun ti aja maa je, Ęşù a se e (Lo que los perros se van a comer será suministrado por Ęşù). Sobre el se vierte aceite de palma Epo, el cual le encanta, pero aborrece el aceite que se extrae de las semillas de las palmas (Adin). El primero se ofrece para adularlo, y el segundo para calmar su disgusto. La creencia es que si Ęşù está seco, los problemas estallarán, podría ser una pelea o pestilencia, o un brote de fuego, por ello diariamente se le echa aceite de palma sobre el pilar que lo representa.

Vemos en Ęşù una personificación del bien y el mal, y la forma en que los yorùbás, le ponen atención, es indicativo, de su reconocimiento, de la presencia y la coexistencia de las fuerzas del bien y del mal en el Mundo



Oşę logbá torí pàpá (Elegbara) Ęşù

Òrìşà igbín (Angel de la guarda) “ Arquitecto de la fortuna”

Elegwá Vocero Mensajero de - Òrìşà igbín --Reparte el sacrificio entre las Divinidades que han


creado-- El infortunio

Elegbara: E – le – iwa – ara Quien posee el buen carácter en el cuerpo, o sea el que vive dentro de nosotros, cuando comemos estamos alimentando a Elegbara; Es el dueño de la buena fortuna. A esta divinidad, la representa la Okutá y los 21 igbín.

Okannan adi sa agbi lari, se llama a Ęşù, para recibir ofrendas. En Irosun Ate, hace el bien y el mal, se asocia con Òrùnmìlá en Ogbe Odi: brindo salvación. En Iworin bogbe estropea la suerte. En Irosun Umbo se le permiten las libertades, y se utiliza para permitir que las personas nazcan.




Olódùmarè le dio a Ęşù, la facultad, Ado Işùbí Işùré (aşé) y es el que utiliza hasta los días de hoy. El tiene este aşé, porque si alguien desea hacer algo bueno o malo, sin la aprobación de Ęşù, no lo puede realizar.



Importante: Ęşù, no es ningún opositor Satán, es el intermediario entre Olódùmarè, y los seres humanos, y entre los Irúnmolé y los Òrişàs. No existe ningún Irúnmolé, ni ningún Òrişà sin la presencia de Ęşù. El adopta estas dos posiciones, como Irúnmolé o como Òrişà. Su Ilé debe estar en la parte exterior de la casa, como tampoco se le canta dentro de la casa.



Símbolos:

 Cuentas Èré (rojas)

 Kunmó Ęşù (garrote o bastón)

 Okutá yangui (piedra roja)

 Ropa: roja, blanca y negra

 Cuchillo curvo Obe Ęşù

 Dos imágenes talladas en madera.

 Ojúbo Ęşù (altar) debe estar rodeado por un puente.

MATERIAL DE ALIMENTACION




 Nuez de kola amarga, (la que se parte en tres)

 Aceite y si es de oliva mejor.

 Paloma, gallo chivo, pescado, rata gallina

 Perro (en caso de cambio de vida, porque el perro es amigo de Ęşù)

 Guisado de yuca

 Eku, eja, agbado

 Camote (ñame)

 Eko

 Epo


Tabúes Ewo:


 Caracoles y babosas

 Aceite de almendra

 Ikin (aceite de ikin)

 No decir palabras obscenas

 No mencionar el nombre de personas queridas.



Modo de Alimentación:

 Cuando se alimenta se toca su estatua con el cuello del animal

 Se alimenta mientras se esta parado.



Ewe:



 BEJUCO PRIETO: el sumo cura la tiña.



 BEJUCO SABANERO: para trabajos.



 BIBONA: para trabajos.



 CABILLA DE SABANA: la savia para mordidas de perros, hincadas de espinas venenosas o picadas de insectos, con la raíz de prepara tizana para purificar la sangre.



 COPILINO O COPULI: El sumo para los herpes, los cogollos y hojas tiernas para baños de despojos, para dolencias del pecho se hacen cocimiento de la raíz, sus flores en cocción para los nervios, vértigos e insomnios.



 CARRASPITA: para hacer daño, produce ceguera o una picazón desesperada.



 CHAMISCO: las hojas secas quemadas se aspiran y alivia el ahogo, reuma y hemorranas.



 ESCOBA CIMARRONA: para alejar a los muertos, las ramas se colgarán detrás de la puerta.



 ESPENILLO: produce enconados.



 GATEADO: para hacer Afoche para salar y perturbar.



 MIJE: para bueno.



 PALO DIABLO: para hacer trabajos.



 PALO TORSIDO: para torcer la suerte.



 PENDEJERA: la raíz en infusión sirve para enfermedades del riñón y la uretra, calma el dolor, depura la sangre y evita la impotencia.



 PIMPINICHE: en Afoche; llaga la piel.



 PINIPINI: es un arbusto, es malo.



 PIÑON LECHOSO: como antídoto de un filtro arenoso se hierven tres hojas, del piñón de semilla negra y se toma una copa en ayunas a falta de las hojas se toman trates trocitos de gajos.



 TENGUE: para hacer trabajos.



 VÍVORA: para malo.



 ZARZA BLANCA: para trabajos.

Todo en la tierra, tiene un gemelo, y Ęşù, también lo tiene. Veamos en la siguiente oración profética: Uréé Arikú lese Ęşù. En este caso, estamos en presencia de un Uree terrenal, por ser Ariku (la salud, en cualquiera de sus manifestaciones solo se tiene terrenalmente), por tanto el que defiende es Ęşù terrenal.


Onişé Ęşù

Orugbo Akuko Ęşù



El beneficio está al pie de Ęşù, Ęşù quiere Akuko, pero el cliente no tiene recursos económicos para el Ebo ¿Qué se hace? El Akuko es el animal a sacrificar, luego el cliente debe evitar la conducta del gallo, de creerse que el es el dueño del gallinero, y fajarse con otros gallos. Esta es por tanto la dirección que ha de llevar la conversación de la consulta.



Veamos este otro ejemplo:



Ajeo ona Buruku lowo araje

Ęşù Oniré

Onişé Ęşù Orugbo
En este ejemplo, al cliente los Arayes, le están creando problemas a través de Ęşù, por lo tanto hay que hacer sacrificio, con el animal que tuvo problemas en el Odú Toyalé.
Ikú Eegún: Tipos de espíritus que trabajan principalmente para Ęşù, armonizando a todas las entidades malévolas.
Baba Eegún: Espíritus de los ancestros y costumbres de la tradición yorùbá

A Ęşù le gustan los lugares obscuros


No se lava, porque se pone a merced de Ikú Eegún.

Ęşù, no tiene facultad para matar,

Solamente crear disociación, discordia

Entre lo terrenal, desde su posición en la divinosfera, (celestial), es el que vigila a todos los sacerdotes (por eso, cuando hacemos sacrificio, este se envía al cielo, (y es tenido en cuenta) incluyendo a las divinidades.

El rey de la muerte Iku, destruye masivamente Ejemplo:



 Ògún No perdonan cuando son ofendidos, y destruyen

 Şàngó despiadadamente, estas son divinidades por derecho

 Şàpàná propio, y no agentes de Ęşù.



En Oworin – Şogbe, Ęşù crea obstáculos en el camino de los terrenales, para darle a su víctima una oportunidad para que reconozca la falta, para después de esto, transformar las desgracias en suerte.

Todas las divinidades tienen un Ęşù, todas, incluyendo a Òrùnmìlá.

Elegbá, como divinidad, está situada en Ketú, Benin

Importancia de Ęşù en Alaikú – Opón (alaikú: el que nunca muere).




1. Funciona como supervisor. El awo, debe cuidar que la cara de Ęşù, se enfrente a la suya, a fin de que pueda observar si el ritual es cumplimentado o no en todos sus aspectos, hasta que aparezca el Odú correcto, y la respuesta a la revelación divina (Ęşù, el Supervisor)



2. El segundo aspecto, es el lingüista. Al atribuírsele esta función, debe tener presente que solo la lengua yorùbá, comprende un gran numero de dialectos.



3. Otorgador del Aşé, para poder vernos por dentro, de modo que quienes somos realmente. Nos ayuda a reconocer el mal.

Ęşù, hace que recordemos:

S’ otitó s’odọdớ mu si ‘ka Si somos sinceros y verdaderos con el Mundo

Òrìşàs gbe iwa pèlè o los Òrìşàs nos ayudarán a formar nuestro carácter.


Rezo: Para mandar un mensaje hacia iwa orun e obúdá.




Ờwớrin Şógbe awo aiyè Ờwớrin Şógbe el adivino de la tierra

Ờwớrin Şógbe awo ode ờrun Ờwớrin Şógbe el adivino del cielo

Difafun............. Orugbo Cliente Lo profetizado. (Nombre del cliente)

Ęşù Ờwớrin Şógbe p’ ajé wa............... Ęşù por favor haga que la riqueza venga

Ęşù Ờwớrin Şógbe p’ aya wa ..............Ęşù por favor haga que las esposas vengan

Ęşù Ờwớrin Şógbe rè bogbo.................. que vengan todos los beneficios del mundo

Ęşù ku ori .............................................Ęşù te rindo homenaje

Difafún......... Orugbo cliente Lo profetizado para....... Nombre cliente

Orugbo..... nombre del Animal Que hizo sacrificio con...... Nombre animal

Ờwớrin Şógbe aşogbe le’ Ęşù gba Ờwớrin Şógbe ................permite que Ęşù reciba este sacrificio.

10/19/2010

MITOS Y LEYENDAS SOBRE IFÁ

Las tradiciones orales señalan que Òrúnmìlà era hijo de padres que estaban en el cielo y nunca visitaron la tierra, su padre se llamaba Oroko y su madre Alayeru. Òrúnmìlà vino por primera vez al mundo para arreglarlo y supervisar los asuntos concernientes a los embarazos, nacimientos, enfermedades, el uso de las hierbas y el manejo general de las cosas. Cuando abandonó el cielo, su primera parada fue en Usi, Ekitiland. Sin embargo, decidió no fijar su residencia allí, sólo estableció su culto y continuó. Se detuvo también en Ilé-Ifé donde permaneció largo tiempo hasta trasladarse a Ado, lugar donde se instaló por el resto de sus días. Probablemente por eso existe el dicho Ado N’Ile ifn (Ado es la casa de Ifá).


Jonhson narra una tradición según la cual Ifá fue introducido en el país yorùbá por un tal Setilu, nativo de Nupe, quien nació ciego. Esto ocurrió alrededor del período de la invasión mahometana. Los padres de Setilu, ante el infortunio de tener un hijo ciego, tuvieron dudas al principio sobre el camino a seguir, si matar al niño o dejarlo con vida aunque fuese un peso para la familia. Los sentimientos paternos se impusieron y decidieron dejar al niño con vida. Creció un chico muy peculiar y sus familiares se asombraban por sus extraños poderes de adivinación. A la edad de cinco años el niño comenzó a excitar la curiosidad de los padres, prediciendo quién los visitaría durante el curso del día y con qué objetivo. A medida que fue creciendo comenzó a practicar hechicerías y medicina. Al iniciar su práctica, utilizaba 16 pequeños guijarros y los imponía con éxito a la credibilidad de aquellos que acudían angustiados y preocupados a consultarse. Con esta fuente se ganó una cómoda vida.

Los mahometanos al darse cuenta de que sus seguidores se estaban convirtiendo rápidamente en seguidores de Setilu y que incluso, respetables sacerdotes no escapaban al contagio general, decidieron expulsar a Setilu del país. Por esta razón Setilu cruzó el río Níger y fue a Benin, permaneciendo un tiempo en un lugar llamado Owó y desde allí fue a Ado. Seguidamente emigró a Ilé-Ifé y encontrando más apropiado el lugar para practicar su arte, resolvió convertirlo en su residencia permanente.

No tardó en hacerse famoso también allí y sus actuaciones impresionaron tanto a la gente y había tanta confianza en él que no tuvo dificultad en persuadirlos de que abolieran las marcas tribales de sus rostros, marcas de distinción que no se practicaban en Nupe, su país. Setilú inició a varios de sus sacerdotes en los misterios de la adivinación, y gradualmente Ifá se fue convirtiendo en el oráculo consultante de toda la nación yorùbá. Oduduwa encontró a Setilu en Ilé-Ifé, pero fue durante el reinado de Ofiran, en el trono de Oyó, que se dio reconocimiento oficial al culto de Ifá.

Otro mito relata que Ifá era un nativo de Itase, cerca de Ilé-Ifé, de familia pobre. En su juventud tuvo una gran aversión hacia el trabajo manual y por lo tanto se dedicó a pedir. Para mejorar su modo de vida buscó consejos con un sabio y éste le enseñó el arte de la adivinación y cuentos tradicionales relacionados con la medicina. Posteriormente se hizo muy popular. Los 16 odús originales corresponden a los 16 cuentos originales enseñados a Ifá. Sus padres, muy humildes, eran desconocidos en el país, por lo que en lo sucesivo se le consideró huérfano y fue deificado después de su muerte.

Los mitos siguen contando que en los primeros días del mundo, cuando los humanos eran pocos, los dioses tenían los sacrificios limitados y a menudo estaban hambrientos y tenían que buscarse sus propios medios. Ifá se fue de pesquería, pero no tuvo éxito y como tenía hambre consultó a Ęşù, quien le dijo que si podía conseguir 16 nueces de las dos matas de palma de Orángún, el hombre jefe, le enseñaría cómo predecir el futuro y beneficiar a la humanidad, recibiendo así abundantes ofrendas a cambio, pero dejó claro que él tendría siempre la primera opción. Ifá estuvo de acuerdo y se fue a ver a Orungan, le pidió las nueces diciéndole para qué las quería. Orángún, satisfecho con la idea se fue con su mujer y se apresuró en conseguir las nueces. Ęşù entonces enseñó a Ifá, quien a su vez enseñó a Orángún y lo convirtió en el primer babaláwo.

Otra tradición sobre Ifá dice que este nació en Ifé, era un hábil médico, con amplios conocimientos y práctica, además de un eminente adivinador. Después de hacerse famoso fundó una ciudad llamada Ipetu y devino rey del lugar. Gentes de todos los rincones del país yorùbá acudían en tropel a verlo. De ellos escogió a 16, se dice que los nombres de estos aprendices son idénticos a los de los 16 signos de la adivinación, llamados Odù.

Un mito relata cómo Òrúnmìlà se convirtió en Òrìşà:



Òrúnmìlà dijo: Entonces¿ ustedes no ven esa terrible cosa que viene por el camino?

Ellos dijeron: No

Dijo Orúnmila: ¿Ha visto alguien a mi hermano Lasope?

Dijeron ellos: Lo hemos visto.

Dijo Òrúnmìlà: ¿Cómo está?

Respondieron: Tiene seis esposas y todas están bien.

Dijo Òrúnmìlà: ¿Ustedes vieron a Lasope y tiene seis esposas y todos están bien y yo qué?

Respondieron: Tú eres como un árbol irokó en el bosque Ansegba, fuerte árbol con hojas y raíces que no es perturbado por nada.

Dijo Òrúnmìlà: ¿Me comparan ustedes con un árbol en el bosque?

Dijeron ellos: Òrúnmìlà, usted es muy sabio. Por favor, déjenos ahora

Òrúnmìlà preguntó: ¿Adónde debo ir?

Le pidieron que fuera a casa de Iki (la palma)

Orúnmila dijo: Ya he estado en casa de Iki y me dio la bienvenida.

Le pidieron que fuera a casa de Imo (la penca de la palma)

Orúnmila dijo: Ya he estado en casa de Imo y él es un buen amigo.

Le pidieron que se fuera a Ootu Ifé, donde sus amigos eran adoradores.

Orúnmila dijo: Yo estuve en Ootu Ifé cuando todos ustedes eran muy pequeños.

Dijeron ellos: ¿Y cuándo fue eso?

Respondió Orúnmila: Cuando el garrote se llamaba Iyapo y el látigo se llamaba Kusonoro.

Dijeron ellos: Esa es una historia muy ordinaria.

Orúnmila dijo: Me estoy mirando la mano derecha. Ustedes doscientos caigan.

Los doscientos cayeron y murieron.

Dijo: Me miro la mano izquierda. Ustedes doscientos caigan.

Los doscientos cayeron y murieron al instante.

Los que quedaron dijeron: Te adoraremos, Meretelu. Te adoraremos Mesiaka Bara. Te adoraremos, Onikehin Ohagun Esinrani.

Orúnmila preguntó: ¿Cómo me adorarán?

Dijeron ellos: Te adoraremos con nuestra cabeza como la rata en la maleza. Te adoraremos con nuestra cabeza como el pez en el río.

Orúnmila pidió a Igigbegi que fuera su sacerdote en el bosque.

Pidió a Ootiipa que fuera su sacerdote en el palmar.

Entonces Orúnmila dijo: Me miro la mano derecha. Ustedes doscientos despierten. El pez eléctrico ha llegado. Ifá tú eres el que despierta a los muertos de ayer.

Desde ese día los seguidores de Orúnmila no han vuelto a cuestionar sus palabras. Lo han seguido.



Se dice que Ifá tuvo 8 hijos y un número indeterminado de discípulos, a los cuales enseñó el secreto de la adivinación. Seis de los ocho hijos llevan nombres propios similares a los nombres titulares de los reyes Ekiti: Alara, Ajero, Ontaji, Oloye-Moyin, Elejelo-mope y Alakegi. Los otros son Olowo y Owarangun. Los ocho hijos nacieron cuando Ifá estaba en Ifé. Todos llegaron a ser figuras importantes y posteriormente se dispersaron a distintas partes de la tierra Yorubá.

Según los mitos, hubo ocasiones en que, al no existir barreras físicas entre el cielo y la tierra, Ifá era llamado al cielo por Olódùmarè para utilizar su gran sabiduría y resolver algunos problemas. Un día Ifá regresó definitivamente al cielo disgustado por un insulto que le hizo uno de sus hijos. Poco después de esto, la tierra se vio azotada por una gran hambruna y peste. Tan grande fue la calamidad que se rompió el ciclo de fertilidad entre los seres humanos.



Aboyun Ko Bi Mo

Agan Ko T’Ojo Ala B’os Un

Las mujeres embarazadas ya no parían,

Las mujeres estériles quedaban estériles.



Pasado cierto tiempo la gente decidió resolver el problema, enviando a los ocho hijos de Orúnmila al cielo, A fin de que convencieran a éste de la necesidad de su regreso a la tierra. Cuando los hijos llegaron al cielo se encontraron a Ifá al pie del tantas veces subido árbol de la palma, que tenía ramas en este camino y que hasta entonces tenía 16 ramas que parecían chozas. Rogaron a Ifá que volviera a la tierra, pero éste se negó, no obstante, dio 16 palmiches a cada uno de sus ocho hijos y les dijo;



Cuando regresen a casa

Si quieren tener dinero

Esa es la persona a quien han de consultar.

Cuando regresen a casa

Si quieren tener esposas

Esa es la persona a quien han de consultar.

Cuando regresen a casa

Si quieren tener hijos

Esa es la persona a quien han de consultar.

Si quieren construir casas en la tierra

Esa es la persona a quien han de consultar

Si quieren tener vestidos en la tierra

Esa es la persona a quien han de consultar.

Para todas las cosas buenas que deseen en la tierra

Esa es la persona a quien han de consultar.



Cuando los hijos de Ifá regresaron comenzaron a utilizar los 16 palmiches para la adivinación. Estos eran los símbolos de la autoridad dada por Ifá a sus hijos para continuar efectuando la adivinación en su ausencia. Los 16 palmiches conocidos como Ikin han sido utilizados desde entonces hasta hoy como parte importante del sistema de adivinación de Ifá.