Ògún es algunas veces descrito, como una divinidad primordial, y otras como una antepasado deificado, ambos conceptos, tienen el apoyo entre los yorubás, aunque parece que la tradición que lo describe como un ser primordial, es mas fuerte que la otra.
Según el mito, cuando las divinidades bajaron por primera vez a habitar la tierra, vieron una manigua, y no pudieron abrirse paso, cada una de las divinidades trataba, pero fracasaba, hasta que Ògún, contribuyó voluntariamente, y les abrió el camino con su afilado machete. Como consecuencia de ello, todas las divinidades lo aclamaron como grandioso. Los yorubás, tienen un dicho “Òrìşà ti o wipé ti Ògún kó to kan, a fowó je isu re migba aimoyé” (Cualquiera que sea la divinidad que considere a Ògún como sin trascendencia, comerá sus ñames con las manos (sin preparar, durante muchas veces) esto es para sugerir que las otras divinidades pagan el derecho de considerar a Ògún, como ellas lo hacen al pagar a Ęşù, en realidad, actualmente, se llama Osímalé, principal entre la divinidades.
Debido a que Ògún está asociado con la limpieza del camino, o la elevación de las barreras, los Yorubá sostienen la creencia de que cuando un camino no está claro, o cuando uno encuentra dificultades, la apelación debe ser hecha a Ògún, para que ayude a hacer el camino fácil, de la misma manera que él lo hizo para las divinidades, a principios de la creación. También se cree, que él es capaz de suministrar prosperidad a sus devotos, por lo que entre otros apodos, a él se le llama Onilé owo, Oloná elá kangúnkangún odé orún (El dueño de la casa del dinero, El dueño de la casa de los ricos, El dueño de las innumerables casas del cielo).
Otra tradición sostiene, un origen terrestre para Ògún. Se dice que él es hijo de Odùdúwà, (Odùdúwà, en la tradición yorùbá, tiene una numerosa cantidad de hijos), y que era un poderoso guerrero que ayudó a su padre, a luchar contra muchos de sus enemigos, (incluyendo a Ọbàtálá).
La tradición añade, que en agradecimiento, a las victorias de Ògún, Odùdúwà le dio la autoridad de ir a gobernar a Iré, y hoy día se le llama Ògún – Oniré. Debemos señalar que en otros lugares de Yorùbalándia, por ejemplo, en Ilesá y Ondo, donde la adoración a Ògún se le da importancia, luchan por este derecho con Iré, y dicen desdeñosamente, que Iré no es el hogar de Ògún, que a él solo e le llamó allí para que bebiera vino de palma en una de sus campañas de guerra.
El actual rey de Iré, (Oliré de Iré) afirma tener su origen en Ògún, y por lo tanto de Odùdúwà. Personalmente ha confirmado que Ògún fue el primer rey de Iré, y que una vez que Ògún regresaba de una de sus feroces batallas, el se acercó a un grupo de personas de Iré, en Ajó Oriki (un grupo donde el saludo estaba prohibido), y Ògún se sorprendió al ver que nadie de las personas lo saludó. Con su machete el tocó los pequeños barriles de vino de palma, parado en el centro del grupo, pero se desalentó al descubrir que estaban vacíos (Normalmente, cuando los pequeños barriles se han vaciado, e colocan boca abajo). El enfurecido Ògún, comenzó a degollar a las personas, aún sus propios súbditos e hijos, destruyendo totalmente a un gran grupo, antes de que él volviera en si. Percatándose de su acto sangriento, decidió ponerle fin a su carnicería de una forma dramática. Clavó su espada en la tierra, se sentó sobre ella, y comenzó a hundirse lentamente en lo profundo de la tierra; pero antes que desapareciera totalmente, se aseguró y prometió, a las personas que siempre que lo necesitaran, podrían llamarlo. Y el pueblo de Iré afirma, que ellos lo han llamado al aproximarse lo enemigos, y él no los ha abandonado.
Hoy día en Iré, el sacerdote principal de Ògún, vive permanentemente en un lugar idéntico, a donde se cree que Ògún, se fue a lo profundo de la tierra. Según la tradición el Oliré de Iré, y él no deben encontrarse cara a cara, pero el rey afirma que envía ofrendas periódicas al sacerdote principal, para la adoración de Ògún.
De esta forma, Ògún fue de las primeras divinidades, y fue útil para ellos. Al mismo tiempo, existe la tradición verbal, la cual afirma, que el realmente reinó sobre el territorio de Yorùbalándia. ¿Pero que es lo significativo de Ògún en la creencia yorùbá?. Se cree que el es la divinidad del hierro, y la guerra, pre – eminentemente, es la deidad del ángel de la guardia de los cazadores, los herreros, los orfebres, los barberos, los carniceros, y (en los tiempos modernos), los mecánicos, los camioneros, los taxistas, todos los que trabajan con hierro y acero. Ningún cazador yorùbá, va a una expedición, de caza, sin pagarle el derecho a Ògún, ningún soldado va a la guerra, sin ofrecer el sacrificio apropiado a la divinidad; ningún camionero se considera seguro, hasta que él no le hace la ofrenda a Ògún, y ningún herrero se siente cómodo, hasta que no paga el homenaje a Ògún. Todos estos trabajadores del hierro y el acero, buscan a Ògún para su protección contra los accidentes, y para la ayuda en el trabajo. Se cree que Ògún tiene el machete, para aclarar y abrir la puerta del bienestar, la salud y la prosperidad, y si él es menospreciado, puede causar accidentes desastrosos y batallas sangrientas. Para evitar tales batallas, se le hacen ofertas para aplacar a Ògún, por parte de los yorubás. De esta forma, Ògún se ve como el símbolo de lo superior, conquistador numero uno. Este es un concepto que es Universal, pero detrás de este concepto, puede haber un ser humano. Por ejemplo, los Romanos tienen a Marte, como su Dios de la guerra, mientras los Griegos tienen a Apolo como su rey de la caza y la persecución.
También se cree que Ògún, significa justicia absoluta, y por ello es que se llama como testigo, de un convenio o pacto entre dos personas, o grupo de personas. En la actualidad, cuando un yorùbá, es adicto a la religión tradicional, se trae al campo de la ley, y se le hace jurar por Ògún (representado por un pedazo de hierro), en lugar de la Biblia o el Corán, esto se hace, besando la pieza de hierro, mientras declara: Juro la verdad, toda la verdad, y nada mas que la verdad. Los yorubás, creen muy fuertemente, que nadie que jure falsamente o que rompa el convenio, del cual Ògún es testigo, puede escapar del juicio severo con resultado de accidentes espantosos.
Los lugares sagrados de Ògún, usualmente se ubican, al aire libre, al pie de algunos árboles sagrados, (Ej: Peregún, Akókó, Atorí e Iyeyé), por el lado de un muro o pared, y en una fragua o herrería. Los símbolos incluyen piezas de hierro, machetes o armas de fuego, y el popular traje de Ògún. Mariwo (la hoja de la palma).
Las ofrendas que se le hacen a Ògún, incluyen: Aceite de palma, vino de palma (aguardiente), perros, serpientes, carneros, ñames asados y jicotea. Los seres humanos, se ofrecían antes de la abolición del sacrificio humano.
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